Revista Cultura y Ocio

Diez años de DesEquiLIBROS

Publicado el 19 junio 2015 por Desequilibros
El día 17 de junio de 2015 este blog DesEquiLIBROS. Lectura y Cultura cumplió 10 años en la red. No sé si habrá alguien interesado en saber cómo y por qué se gestó y cómo llegó a convertirse en un proyecto real. Pero tan redondo aniversario me ha parecido un buen momento para contarlo, siquiera sea para los fieles que nos siguen desde entonces o que se han incorporado durante estos años.
En realidad, hace diez años nació el blog; pero la idea de DesEquiLIBROS. Ediciones Digitales había nacido cuatro años antes.
DesEquiLIBROS. Ediciones Digitales. Logo y cabecera 2001
 Todo el mundo recuerda qué estaba haciendo en algunos de los momentos más relevantes o impactantes de su vida. Yo no iba a ser menos. El 11 de septiembre de 2001 (no creo que sea necesario recordar qué sucedió aquel día, ni sus implicaciones posteriores, que todavía persisten) me encontraba terminando de preparar la documentación del Proyecto Final de un Postgrado online en Estudios Avanzados de Edición que había realizado durante el curso académico 2000-2001. El plazo de presentación terminaba y esa misma tarde había que enviarlo con un mensajero al centro docente.
Aproveché la pausa laboral del mediodía para quedarme en el trabajo y terminar de preparar las copias de la memoria, los cederrones con el trabajo digital y el paquete para el envío. Un poco antes de las 15:00 horas (hora peninsular española) estaba todo listo. Y llegó el momento de pasarse al bar de al lado a comer algo rápido antes de reanudar la jornada verpertina.
Pincho de tortilla y café cortado en mano, contemplaba junto a un compañero de trabajo cómo humeaba la torre norte del Word Trade Center de Nueva York. En ese momento todo eran especulaciones pero, de pronto, contemplamos en directo estupefactos cómo un avión embestía contra la torre sur, creando una de las imágenes más icónicas del siglo XX y seguramente de la historia. Así que me resulta difícil no relacionar el 11-S con DesEquiLIBROS: "oficialmente" nació ese día.
El proyecto final de ese Postgrado en Edición era una Editorial Digital, con el propósito de ser
"un foro de expresión libre y plural en el que tienen cabida todas las manifestaciones literarias, creación u opinión, además de aquellas otras manifestaciones artísticas que puedan ser mostradas y reproducidas por medios digitales sin perder su esencia".
Así de ingenua lucía la entrada animada, "optimizada" para 800 x 600, en la que las letras iban apareciendo y la "i" de "desequilibrios" se caía para dejar paso a los LIBROS:

Y así de espléndida se veía la última actualización de la página, allá por 2006
www.desequilibros.com en 2006. Ultima actualización. Ahora en www.desequilibros.com/hemeroteca
Todavía es posible visitar aquellos inicios, aunque algunas imágenes no cargan bien por mor de esas cosas de las migraciones de servidores. Si tienes curiosidad, entra en desequilibros.com/hemeroteca. 
Diez años de DesEquiLIBROSCómo me gustaba aquella cara amable y circunspecta sacada de un graffiti del barrio alto de Lisboa, que durante años fue la imagen corporativa…
Fueron comienzos muy estimulantes y el reto, fabuloso. El tutor del Postgrado me dijo que si estaba loco, que cuál iba a ser el modelo de negocio, cómo lo iba a distribuir, a captar autores… En 2001 no había redes sociales, ni agregadores de noticias, ni ADSL, ni Wifi, ni smartphones... casi no había ni internet.
No importaba: la idea era poner la web en marcha y no cobrar ni pagar por publicar. El que quisiera podía enviar sus relatos, ensayos o poemas y los publicábamos.
Las primeras aportaciones fueron propias, de familares o amigos: mi hermana Isolina, Giorgio, Javi Millán, Amanda Corrib, Marcos Cogan, Miguel Iguacen, Daniel Caballero… Y con ellas la página ya tuvo algo que mostrar.
A mi hermano Pedro le debo una frase que iluminó más de un claroscuro: "busca una cabeza con la que medirte".
Recuerdo perfectamente el primer relato que envió el primer autor "de verdad". Un escritor novel argentino andaba buscando gárgolas en internet para ilustrar un relato. Y la que encontró estaba colgada en la galería visual de DesEquiLIBROS. Eligió la que le gustó y, de paso, envió su relato para que lo publicáramos en la página. Era a principios de 2002. Nicolás Mavrakis demostró no solo mucha confianza en un proyecto recién nacido sino ser un más que notable narrador.
Poco a poco fueron llegando colaboraciones desinteresadas. Incluso convocamos en 2003 un Concurso de Creación en las modalidades de relato y poesía. El premio, un lote libros donado por la editorial Punto de Lectura, en la que trabajaba mi hermano Ignacio, y que en el caso de los relatos hubo que enviar a Argentina.
Las actualizaciones de la página se hacían de forma trimestral, aprovechando algún puente festivo, en el que Virginia y yo no encerrábamos en el estudio de casa para editar los textos, diseñar portadas y engordar páginas en html con DreamWeaver.
Cuando todo estaba subido al servidor de @Calocen, enviábamos un newsletter a nuestros suscriptores anunciando las novedades.
Pero llegó 2005 y la primera explosión del fenómeno blog, que ya estaba demostrando que era un sistema mucho más versátil, cómodo y rápido de crear, mantener y gestionar una web. Y, además, permitía la interacción directa con los lectores. No soy programador ni había presupuesto para una inversión en desarrollo. Por eso, en vez de "emprender", la actividad siguió como afición, sin la dedicación que seguramente habría merecido. Así nació desequilibros.blogspot.com. Y solo un año después, la web original quedó aparcada y sustituida su actividad por la del blog.
Para los que seguís esta bitácora seguramente tenéis claro que ha evolucionado mucho desde entonces, aunque no renunciamos a aquel espíritu fundacional.
Diez años después del nacimiento del blog y casi quince después del alumbramiento de la idea ha habido situaciones de todo tipo: por un lado, los irrelevantes acoso digital de algún cabezahueca, el baneo temporal de una red social, o el enfrentamiento con algún petulante arrogado de grandeza; por otro, los estimulantes portadas en menéame y otros agregadores, las menciones y colaboraciones en y con blogs, congresos, medios de comunicación, iniciativas educativas y de divulgación cultural o revistas digitales.
Parafraseando a Borges, no me enorgullezco de lo hecho, sino de la gente y proyectos tan interesantes que he conocido.
Si en su momento el proyecto tenía sentido para intentar cubrir un nicho de actividad huérfano, ahora la tiene mucho más, en un momento de marasmo cultural galopante en el que farsantes, santurrones, mequetrefes y todólogos se han apoderado del espacio digital.
Algunos retos hace tiempo que están planteados y espero que acaben por hacerse realidad más temprano que tarde; fundamentalmente cuatro:
- migrar la página desde blogger a un wordpress alojado bajo el dominio desequilibros.com (dominio que de momento aloja contenido destinado a temas profesionales.
- rescatar y volver a publicar todos los materiales de la hemeroteca;
- recopilar en un libro todas las "batallitas" que hemos publicado, como forma de fomento de la lectura;
- abrir la página de forma pública a las colaboraciones de terceros.
¿A quién le importaba esto? Fundamentalmente a mí, pero se lo debía a todos aquellos que de una forma u otra habéis formado parte de DesEquiLIBROS, aunque no lo sepáis: lectores, amigos, colaboradores, comentaristas, visitantes habituales y esporádicos, seguidores en redes sociales... y en general, todos los que alguna vez habéis interactuado con esta página, aunque sea de forma anónima, desde los tiempos heróicos del html hasta la selva digital actual, en la que no es fácil separar la paja del grano. De todos he aprendido y sigo aprendiendo cada día
Es agradable saber que una parte importante de los lectores del blog vienen de hispanoamérica; eso demuestra que la cultura puede saltar las barreras físicas.
Casi cuatro millones de páginas vistas después, nuestro objetivo era y es mostrar puertas que quien quiera pueda atravesar.
Si la globalización ha de tener algún aspecto positivo, que el primero sea la posibilidad de intercambio cultural, intelectual y creativo entre las personas.

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