Revista Cultura y Ocio

Dio, Heaven and Hell: Falling off the edge of the world.

Publicado el 27 septiembre 2011 por Losplatoscomoojos @platoscomoojos


Este es mi modesto homenaje a Ronnie James Dio, "el pequeño Dios del metal", fallecido a causa de un cáncer de estómago el pasado 16 de Mayo de 2010, a los 67 años de edad.Alma de Rainbow (más allá que el sempiterno e impertinente Blackmore) y Sabbath, además de dueño en solitario de su proyecto personal. De voz prodigiosa y garganta de mazmorras, quizás la más impactante del rock duro (permiso de Plant o Mercury), además de icono metálico para Dio, Heaven and Hell: Falling off the edge of the world.varias generaciones.
Último activo de los clásicos, teatralidad, épica y sólidez en una misma raza, un grande entre los grandes. De él, lo mejor de Rainbow con su Long Live Rock and Roll (1976), de Black Sabbath (post-Ozzy) superando sus raíces setenteras y firmando el disco de la banda con Heaven And Hell (1980) y de regalo una de las joyas del metal, ya como DIO en forma de Holy Diver (1983). Artista prolífico donde los haya, mago de éxitos, marca de la casa y rey aboluto de la escena, ¡todo huele a Dio por favor¡.
El tema escogido, pertenece al disco The Mob Rules (1981). Grabado en el Radio City Music Hall de New York (2007) en la que fue su reunión definitiva, presente a la venta en doble cd y, simplemente uno de los directos de la década. Desde aquí ya no como Black Sabbath, esta vez como Heaven and Hell (para evitar problemas legales con el vocalista original del cuarteto, Ozzy Osbourne), su trayectoria quedó plasmada en diversas giras y festivales (especial mención Wacken 2009) y en un sobresaliente álbum, The Devil You Know (2009).
El Heavy siempre resultó complicado, cierto maniqueismo en la actitud y el sentir oscuro de su estética, no hizo más que generar rígidos adeptos y furiosos detratores, pero comparen a Dio con la actual industria musical, quizás auguraren un futuro estéril en innovación, originalidad y genuino espectáculo directo. La leyenda, si señor, ahora con tristeza es una realidad.

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