Revista Música

Discos: Sacred songs (Daryl Hall, 1980)

Por Bruno
Discos: Sacred songs (Daryl Hall, 1980)Podríamos discutir horas sobre los méritos (o desméritos) del primer disco solista de Daryl Hall. Lo que no podemos negar es que se trata de un disco -por diversas razones- único.
Grabado en el ´77 pero editado recién en 1980, "Sacred songs" no convencía a nadie en RCA, el sello grabador de los Hall & Oates. Y era lógico: acostumbrados a esa máquina de hits que eran los dos muchachitos del Blue Eyed Soul, lo que tenían entre manos era un producto (para ellos) invendible.
Otro factor que hace al disco único es la producción de Robert Fripp, sumada a la presencia de sus guitarras y Frippertronics (especie de corpúsculos extraños dentro de un organismo "sano"). ¿Soul con guitarras a la Crimson? ¿Landscapes cantados por un rubio de formación Motown? Si las dudas de los jerarcas de RCA iban por ese lado, estaban fundadas. Sin embargo, una vez editado el disco vendió bien.
Discos: Sacred songs (Daryl Hall, 1980)Como se armó la cosa
Cuenta la historia que inmediatamente después de la aparición de "Beauty on a back street" -y descontento con la sofocante producción del álbum- Hall reservó horas en estudio para conectarse lo antes posible con una forma de hacer música más visceral y espontánea. Reactivado el contacto con Fripp (a quien había conocido en 1974) ambos pusieron manos a la obra en el nuevo material de Daryl. 
La historia se completa con un dato más: Fripp tenía en mente desarrollar una "trilogía" entre "Sacred songs", "Peter Gabriel II" (también producido por él) y su propio disco del ´79, "Exposure". Si bien la idea nunca llegó a concretarse, hay canciones que saltaron de un disco a otro (para deleite de los melómanos de ley).  
Discos: Sacred songs (Daryl Hall, 1980)Las canciones son sagradas
Grabadas a lo largo de tres semanas de 1977 con la banda de Hall & Oates como soporte, las canciones de Sacred songs suenan vitales, fruto de una catarsis urgente con la espontaneidad como motor creativo.
Esto queda claro desde el comienzo, con el rock clásico de "Sacred songs" ("las canciones son sagradas/ pero el sonido es profano") usando la idea rectora de Hall de una unión entre Arte y profanía, en un mismo vaivén.
"Something in 4/4 time" denuncia a esa industria que todo el tiempo exige que saques la misma canción, una y otra vez. Acá ya empezamos a oír los clásicos sonidos de Fripp, mezclados con coritos y buenos arreglos, pero en todo caso es Hall el que le pone gran parte de la energía a las canciones ¡esa voz empuja con ganas de verdad!
Entonces llegan los casi 8 minutos de "Babs and babs", funky y ortodoxa hasta la mitad, con un gran puente y arreglos hasta que entra ese "injerto" de landscape frippeano en el medio, venido de ninguna parte.  Y la pregunta es ¿qué hacemos con estas cosas de "Sacred songs", estos descuelgues vanguardistas de Fripp? "Urban landscape" (una especie de descarte de "Evening star") termina de llevar el disco a terrenos sombríos, casi "ambient" y muy lejos del comienzo. 
En el demencial  "NYCNY" (reformulado luego en Exposure como "NY3") un Hall sacado se parece más a Adrian Belew que el propio Belew,  y el disco entra en reposo a la altura de "The farther away I am" y el hermoso vaivén de "Why was it so easy": lo más cercano al registro Hall & Oates de todo el set junto con "Survive""Without tears" cierra con Daryl sólo al piano, jugando a trazar ribetes en el cielo con su voz privilegiada.
Ultimas ideas
Tal vez el encanto de Sacred songs radique (en parte) en su historia y las condiciones que lo vieron nacer. Su carácter de "híbrido" - en cambio- parece abrir la discusión. Lo que para muchos es un disco a mitad de camino entre universos muy disímiles, para otros es el rasgo mismo de su originalidad. 
Pero sobre todo, ahí están esas buenas canciones. Vitales y urgentes. Se ve que cuando la música es buena puede más - a veces- que las peores ideas.  
Bonus* La reedición en CD de Buddha Records/ BMG (1999) agrega dos extras que tienen que ver con la historia que contamos: tanto "You burn me up I´m a cigarette" y "Northern star" (el germen de "Matte Kudasai") son dos tracks pertenecientes a "Exposure" cantados por Hall. Entre otros, tocan Phil Collins, Tony Levin y Eno.

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