Revista Cultura y Ocio

Disculpen que les haya pedido peras; no sabía que eran olmos

Publicado el 08 noviembre 2011 por Desequilibros
A @marianorajoy y a @conRubalcaba escasamente les salieron algunas hojas verdes.
Disculpen que les haya pedido peras; no sabía que eran olmosEl olmo seco de Machado conseguía florecer con un poco de lluvia y un poco de sol; Rajoy y Rubalcaba casi quedaron como entraron: hendidos por el rayo y en su mitad podridos.
A ambos, carcomidos y polvorientos, les cubre el tronco un amarillento musgo. Y en sus entrañas un ejército de hormigas trepan y urden sus telas grises las arañas.
Como al olmo de Machado…
"Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas, 
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera".
Solo que ese milagro no se producirá ahora. 
¿Cuántas primaveras han de pasar?
Que me disculpe Antonio Machado por este procaz paralelismo.

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