Revista Cocina

Diuréticos para adelgazar

Por Sentir @menjasa1

Tengo sobrepeso porqué tengo retención de líquidos”. Esta frase es habitual entre las personas que piensan que el exceso de grasa es en realidad retención de líquidos, y lo piensan porqué quizás se lo han dicho alguna vez, a ellos o a algún conocido, cuando han acudido a un centro “especializado en la pérdida de peso”.

Si tomamos diuréticos, orinaremos mucho, y como consecuencia perderemos peso y volumen. ¿Objetivo conseguido? No, ni mucho menos, porqué lo que nos sobra en un sobrepeso o obesidad no es agua, sino grasa. Y aunque a veces se atribuye un poder “crema-grasa” a algunos diuréticos ¡ésta atribución es totalmente falsa!

La retención de líquidos es habitual en algunas patologías renales, cardíacas o hepáticas. Por tanto, si crees o te dicen que retienes más líquidos de lo que deberías, lo que debes hacer es ir al médico. El será el que te recetará, si es necesario, el diurético que más te convenga.

Podemos encontrar múltiples productos diuréticos en forma de pastilla o de infusiones, algunos naturales (“diente de león”, “cola de caballo”, “extractos de alcachofa, piña, arándanos, etc.) y otros sintéticos (manitol, amilorida, furosemida,etc).  Los venden en farmacias, herbolarios, centros de estética, o los mismos centros “especializados en pérdida de peso” dónde los recomiendan.

Debemos tener en cuenta que el consumo frecuente de estos productos comporta riesgos para la salud. Pueden provocar deshidratación, hipotensión, alcalosis entre otras alteraciones y como consecuencia pueden aparecer múltiples síntomas que pueden ser más o menos graves: sequedad de boca, alteraciones gastrointestinales, convulsiones, confusión, dolores y calambres musculares, arritmias, etc.

¿Por qué es tan popular el uso de diuréticos para perder peso?

Cuando nuestro objetivo es perder peso (sin tener en cuenta qué es lo que perdemos), el uso de productos diuréticos no requiere esfuerzo y comporta una pérdida de peso rápida y fácilmente reconocible, ya que va acompañada de una importante pérdida de volumen.

En cambio, para reducir nuestro porcentaje de grasa corporal (objetivo que debería tener cualquier intento de pérdida de peso) solamente hay una alternativa posible: procurar una alimentación saludable y practicar algún tipo de actividad física, o sea, hacer un esfuerzo para llevar a cabo cambios en el día a día que me permitan organizar adecuadamente la alimentación y encontrar tiempo para hacer ejercicio. La pérdida de peso, en este caso, es más lenta y menos perceptible. A cambio podemos obtener otras mejoras como, mejorar el sueño, ir al baño regularmente, mejorar el sueño, sentirnos más enérgicos, estar de mejor humor,etc.

La necesidad de cumplir nuestros deseos con el mínimo tiempo y esfuerzo posible, hace que a veces prefiramos engañarnos viendo bajar quilos de la báscula. Nos hacen sentir bien aunque sea por unos días (ya que el peso se recupera en poco tiempo).

Pero en lugar de tomar diuréticos, es mejor que encares con ganas y coraje la necesidad de cambiar tu estilo de vida. Cuando lo consigas formará parte de tu vida y ya no te supondrá un esfuerzo, pudiendo así mantener los resultados para siempre. ¡Te aseguro que el esfuerzo vale la pena!


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