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Divide et vinces

Por Illegalreturn
Divide et vinces
Frecuentemente nos tomamos a la ligera las enseñanzas de nuestros prohombres, de aquellas figuras que la historia ha grabado, con letras doradas, en sus registros. Julio César, Cayo Julio César, de la família (gens) Iulia, dictador de la República Romana, debería ser asignatura de obligatorio estudio para cualquier head coach de la liga NFL. Estrategias y tácticas bélicas a parte, quizá una de las mejores lecciones que hoy podría estudiar Andy Reid, head coach de los Philadelphia Eagles, sería la famosa expresión atribuída al romano: divide et vinces.
Puede que me equivoque al creer que la posición de quarterback es algo más que un simple rol del juego. Un QB además de ser el orígen en la creación del juego tiene y debe de ser alguien en quien el grupo confíe, un tipo con capacidad para influir sobre el resto de jugadores, haciendo que éstos trabajen con entusiasmo en el logro de objetivos comunes, deberá tomar la iniciativa, gestionar, convocar, promover, incentivar y motivar al colectivo. Y en los momentos que lo requieran debe ostentar esa condición de liderazgo y hacerla valer para arrastrar a todos sus jugadores hasta un límite al que, en condiciones normales, jamás llegarían. Por tanto, desde el mejor de los head coach hasta el chico que reparte agua, deberían tener claro que esa condición de liderazgo debe basarse en la solidez del mismo, diferenciada por dos factores fundamentales: confianza y sufrimiento.
    Divide et vinces
  • La confianza de una figura se expresa en la capacidad que debería lucir Reid -más si estamos hablando de la primera jornada!-, en apoyar a Kevin Kolb a pesar de su desastrosa actuación. Si tras esta pretemporada -y mucho antes, desde la anunciada decisión de McNabb-, ha elegido al QB de Victoria (Texas) para ocupar la posición #1 de los Eagles, la decisión debe mantenerse contra viento y marea. Si el resto de la ofensiva, y del equipo en general, ven que es su propio entrenador quien alimenta las dudas respecto a Kolb, ¿en serio esperamos que cuando haya que dar el 200%, lo hagan?.
  • Como todo aquel que haya formado parte de un equipo, ya sea en el ámbito deportivo o profesional, el sufrimiento une y cimenta las bases de un grupo coesionado y dispuesto a cualquier cosa. Si de las derrotas se aprende, también de ellas se puede obtener un beneficio y este no es otro que hacer crecer al grupo como colectivo dispuesto a dar la cara.

Quiero hacer un alto en este punto para dejar claro que toda esta argumentación se refiere a aquellos equipos donde libremente se cuestiona al QB titular, no a aquellos que por diferentes circunstancias -lesiones (Brady en el pasado), sanciones (Roethlisberger actualmente), etc-, el head coach se ve obligado a salvar los muebles de la mejor forma que sus entendederas le sugiera.
A mi juicio se equivocan gravemente aquellos que pretenden jugar a dos bandas alineando a un QB pero teniendo en una recámara más o menos pública a un segundo QB dispuesto a dar el salto. Como comentaba en otro blog, ¿de qué manera rendiríamos en nuestro trabajo teniendo a un tipo sentado delante de nuestra mesa, sabiendo que al primer error que cometamos, seremos substituídos?. Ya no se trata de el suplente lo hará mejor o peor sino, como he argumentado anteriormente, del impacto que sobre un grupo tendrá la substitución del líder. ¿De qué forma podríamos pedir el mínimo sacrificio a nuestro equipo de trabajo, cuando éstos escuchan al director general realizar comentarios de desconfianza respecto a nuestra capacidad profesional?.
Divide et vinces, Reid. Lo peor de todo es que la frase se refería a una táctica a aplicar contra el enemigo, lo que yo no sabía era que alguien sería tan loco como para auto sabotear una temporada.

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