Es por eso que - al organizar mi nuevo espacio creativo – consideré prioritario dar protagonismo al material acumulado en el fondo del “armario de las manualidades”.
Y he aquí MI SOLUCIÓN: reaprovechar las barandillas de las cunas de las niñas, convirtiéndolas en dos organizadores verticales, muy prácticos, versátiles… ¡y súper-económicos!
Si tu también precisas de un poco de orden, toma buena nota:
Vas a necesitar:
- Barandillas de cuna
- Hilo/Cuerda
- Caladora
- Taladro
- Tirafondos y tacos
- Perfil redondo de madera y hembrillas
- Accesorios para la cocina de IKEA BYGEL
- Clips de carpeta
Para empezar… un poco de bricolaje:
Coloca las barandillas en vertical -una encima de la otra- simulando las típicas espalderas de gimnasio. Usa la caladora para ajustar la altura de las barandillas a la de la pared.
Fíjalas en su posición con los tirafondos y sus correspondientes tacos. Puedes disimular un poco la cabeza de los tornillos pintándolos de blanco con laca de uñas ;)
¡La estructura ya está lista!
Y ahora… ¡la parte más divertida!:
Para organizar los washi tape y los cordones: corta un perfil redondo de madera a la longitud adecuada, enrosca una hembrilla en cada extremo y cuélgalo de la barandilla con un par de ganchos.
Sujeta algunos rollos de cinta con un trocito de cuerda y un gancho.
Rotuladores, lápices, tijeras, tela enrollada, plumas, agujas de tejer… o hasta un par de macetas y un toque de frescor vegetal: en los cubos BYGEL de IKEA cabe de todo y podrás colgarlos fácilmente.
Puedes incluir un portarrollos de papel (yo aproveché el de una pizarra infantil):
Lo mejor es que todo puede cambiar de lugar a mi gusto y según el proyecto en el que esté trabajando, así que en realidad tengo… ¡dos mood boards gigantes!
¿Cómo organizas tu material de manualidades?