La aparición de Dña. Letizia ayer en la cena de gala con el presidente de Argentina, Mauricio Macri y su esposa causó una gran sensación. Y es que, en ocasiones se ha criticado que la Soberana no utilice el joyero real en ocasiones solemnes.
La de ayer era una cena de estado en honor de un presidente plebeyo y su esposa y estaba claro que la señora Macri no posee las alhajas de una monarquía como la española.
Por eso resultó cuanto menos chocante que la Reina eligiese la pieza más importante, la tiara de Lys, de platino y brillantes, obra de los joyeros Ansorena, que el rey Alfonso XII regaló a su esposa, Victoria Eugenia y que ésta lució en su boda en mayo de 1906.
Dña. Letizia, con un maquillaje marcado, en el que destacaron sus ojos en tonos malva
Con semejante tiara Dña. Letizia acertó con la elección del vestido, un sobrio modelo de terciopelo negro, de manga larga y un poco de cola, de Felipe Varela, que permitió además que resultaran bien visibles las pulseras de brillantes que la esposa de D. Felipe lleva a en ambas muñecas y que también pertenecieron a Victoria Eugenia.
La Reina llevaba la banda del Libertador San Martín, en la cual llevaba prendido el broche de la flor de lys, emblema de los Borbones,
En contraposición a tanta magnificencia , Julia Awada brilló con luz propia con un vestido rosa con escote en uve, amplia falda y bordado con cristales de Swarovski que le sentaba como un guante. Lo combinó con zapatos de satén rosa y pequeño bolsito de mano plateado.
Awada llevaba el pelo recogido con raya en medio, unos favorecedores pendientes largos y una pulsera, ambos de brillantes. Estaba espectacular con su belleza natural y su presencia formidable y a pesar de los tacones de Dña. Letizia y de la tiara tan alta que llevaba, nuestra Reina no consiguió alcanzarla en altura.
La ex-diseñadora argentina llevaba la banda de Isabel la Católica.
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