Tan hermosas ellas
con sus curvas armoniosas,
con sus cuerpos vibrantes;
en su frecuencia marcada
y en sus vestidos la clave.
I
Recostadas en su escalera alfombrada;
las recuerdo en cada canción.
Me place escucharlas,
me place tocarlas.
II
Me enloquecen al borde de la sinestesia.
Todos las oyen, pero no las ven;
yo las puedo ver mientras las escucho.
Me enamoran sus formas.
III
Los músicos las tocan y no las pueden ver,
yo las puedo ver y no las puedo tocar.
Me queda dibujarlas
y comérmelas a besos en cada trazo.
Por Blacksmith Dragonheart
blacksmithworkshop.wordpress.com