No saben ustedes el mesecito que están dando…todo el día sin parar.
Aquí no hay quien duerma tranquila más de diez minutos
Me voy tres miserables días de vacaciones y vuelvo cargada de energías y de pensamientos estúpidos del tipo “huy que bien me lo he pasado, tengo que pagar por ello”
Así que al día siguiente de volver me convierto en la maruja esa del Facebook y su famosa frase “El día que me muera os come la mierda” y me lio a limpiar como una condenada con el síndrome ese que tan bien define Inmagina.
Encima como en esta casa no tenemos término medio para nada y lo que nos va son los extremos, pues empezamos a inventar…
“Oye, porque no cambiamos el suelo del porche que está hecho una mierda, pero solo la entrada para no cansarnos mucho…”
-A que no sabes de donde vengo.
-No y tampoco quiero saberlo.
-De aserradero, que he comprado un poquito más de madera para el porche.
Dolega recordándose que tiene que buscar en Google “Cien maneras efectivas de decir NO”
-No pienso poner el resto del porche este verano, te lo advierto.
-Que no mujer, si solo he comprado un poquito más, además no la traen hasta finales de mes.
Dolega mira el porche
Y empieza a darse de bofetadas mentales diciéndose airadamente:
“¡Que pasa, que ya no te acuerdas lo que decían las madres cuando eras joven! No te fíes hija, que siempre dicen un poquito más y luego la cosa termina como termina…! Y tú cómo siempre, sin hacer caso a nadie, así te va!”
-¿Qué tal me está quedando la valla?
-Maravillosa, Consorte. Sigue que ya solo te quedan 148 metros lineales de valla por podar y recoger.
Y entro en el garaje y no puedo pasar porque aquello es un caos, todo tirado por todas partes y en medio…
Así que ¡¡Haaaala tooodo fuera pa’l jardín!! Millones de cosas por todas partes, agrias discusiones por negarse a tirar los juguetes de la niñez, los suplementos dominicales de 1997 ó los zapatitos de la Barbie “que llevamos años buscando”.
En el punto limpio el encargado me dice que recuerde que tengo unas cantidades máximas diarias para tirar…le recuerdo que hace quince años que no aparezco por allí, así que mis cantidades acumuladas deben de ser estratosféricas.
Al final el garaje termina siendo un lugar mínimamente ordenado
Pero el cuarto de herramientas acecha…tic, tac,
¡¡¡No, no y no no estoy dispuesta a meterme en ese maremágnum de tornillos y destornilladores…entro.
¿Y qué me encuentro en la misma puerta? Un bote de barniz ultra resistente para suelos…tic,tac.. “Oye, pues a la escalera a las mazmorras le vendría genial una lavada de cara que está que da pena verla…”
Notese el detalle de la valla infantil que protege que los niños pasen a la escalera recien barnizada…como no tiramos nada, tenemos de todo.
Bajada a las mazmorras
Mazmorras donde cada vez que se baja hay motivos para ponerse de mala leche.
Si queda algún lector que pase por esta casa, por favor necesito que me digan que me está quedando de puta madre, porque todavía le faltan dos manos más con sus correspondientes lijadas estoy muy cansada y necesito ánimos.
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Puzzle De Bloques
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