Los dolores de testículos son un motivo frecuente de consulta médica en el urólogo, sobre todo en adultos jóvenes. Estos dolores suelen venir aislados, pero pueden estar igualmente asociados a dolores o desarreglos en la sensibilidad de la verga, del perineo, de la pelvis y a veces a la hora de orinar.
En primer lugar, se debe eliminar una causa local. La infección no es la causa más común de estos dolores crónicos, mientras que sí lo es más frecuente en caso de dolores agudos y que suelen ir acompañados de otros signos como fiebre, inflamación del escroto, etc.
Lo mismo ocurre con las torsiones testiculares. Los tumores de testículos son raros, pero deben ser sistemáticamente eliminados por una ecografía testicular. La varicocela es una dilatación de la vena espermática, responsable de un gen escrotal.
Normalmente se ve del lado izquierdo y se manifiesta clínicamente por una masa por encima del testículo cuya particularidad es la de desaparecer cuando el paciente se tumba. Lo más normal es que los dolores crónicos estén relacionados con uno o varios quistes de la epididima, pero la prueba formal de la participación de estos quistes en el cuadro doloroso nunca es cierta al l00%.
Los dolores pueden igualmente estar relacionados con una causa urinaria en particular, como un cálculo en la uretra de la pelvis. Estos exámenes radiológicos complementarios pueden ser solicitados, sobretodo si existen restos de sangre en la orina.
Las prostatitis crónicas también producen este tipo de dolores, a pesar de que suelen ir acompañados de dolores a nivel de la pelvis, y de una molestia a la hora de orinar.
El verdadero problema de los dolores testiculares interviene en caso de causas no locales y no urológicas. A veces es difícil distinguir la parte neurálgica de la traducción corporal de los problemas psicológicos. La neuralgias del nervio prudental son las más conocidas.
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