El dolor de origen muscular es una patología frecuente y de alta prevalencia en la población general. Puede ser un motivo de dolor crónico y de intensidad severa, en algunos casos, llegando a ser un dolor invalidante. Es la causa más frecuente de dolor lumbar y cervical de origen muscular.
¿En qué consiste el síndrome de dolor miofascial?
El dolor miofascial se origina en el músculo y se caracteriza por presentar unas bandas o nódulos de irritabilidad muscular, llamados puntos trigger o puntos gatillo, que al presionarlos o estimularlos, desencadenan las crisis de dolor.
Este síndrome puede afectar a cualquier músculo del cuerpo. Con frecuencia, el dolor miofascial afecta a la musculatura lumbar (músculos psoas iliaco, cuadrado lumbar, piramidal) y musculatura cervical (músculo trapecio, esplenios, esternocleidomastoideos).
El dolor miofascial se suele originar por sobrecarga muscular física, adopción de posturas corporales inadecuadas, mal descanso nocturno, agotamiento físico, inactividad muscular (inmovilizaciones, postoperatorio), estrés y ansiedad, anormalidades físicas (escoliosis, dismetría de piernas), patologías metabólicas (hipotiroidismo), déficits nutricionales (carencia de Mg), entre otros factores.
Al explorar el músculo afectado, se aprecian unas bandas o unos puntos musculares fibrosos, que al presionarlos, acentúan y desencadenan el dolor.
Estos puntos pueden encontrarse en una única localización del músculo o en múltiples.
Es un tipo de dolor muy intenso. A veces puede simular una ciatalgia, por ejemplo, cuando afecta al músculo piramidal y éste comprime el nervio ciático que le atraviesa. Puede dificultar la recuperación después de una intervención quirúrgica. Puede empeorar el dolor de los pacientes con dolor de origen óseo o articular, porque añade otro factor más de dolor, que está en el músculo.
¿Cómo se trata el síndrome de dolor miofascial?
Para poder tratar este tipo de dolor, primero hay que conseguir diagnosticarlo, mediante la exploración física para encontrar estos puntos y bandas de dolor muscular. La finalidad del tratamiento debe ser recuperar la funcionalidad adecuada del músculo afectado y eliminar los puntos y las bandas musculares dolorosas.
Para ello, se debe comenzar eliminando los factores desencadenantes, como el estrés, los déficits hormonales y nutricionales, etc.
A continuación, se debe iniciar un tratamiento farmacológico y rehabilitador adecuado, combinado con tablas de ejercicios musculares. Para favorecer la adecuada rehabilitación muscular y eliminar los puntos dolorosos, en las Unidades de Dolor realizamos terapias invasivas, como sería la infiltración de los puntos trigger, una técnica que va a facilitar la recuperación de la función muscular y va a ayudar a disminuir el dolor muscular.
Se localizan estos puntos y se infiltran, si el músculo es profundo, como el músculo psoas iliaco, va a ser necesario el uso de Rayos X para localizar el punto de infiltración. Es una técnica poco dolorosa, que se realiza de manera ambulante, y que permite al paciente el alivio del dolor miofascial.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure