Dominar la luz en fotografía culinaria

No hay nada más importante en fotografía culinaria como dominar la luz.

He tenido el inmenso placer de colaborar en el último número de la revista Sweet Magazine, donde podréis encontrar un artículo mío sobre la calidad de la luz y su dominio, para todos aquellos que estéis empezando en el maravilloso mundo de la fotografía culinaria.

En fotografía culinaria, lo más importante para crear una bella imagen no es la cámara, ni el objetivo que utilicemos, ni lo bonito que nos haya creado nuestro plato, si no algo mucho más etéreo, e infinitamente más bello: la luz.

Esa es la razón por la que he dedicado el artículo de la revista a la calidad de la luz y su dominio.

Cuando hablamos de la calidad de la luz que recibe el sujeto, nos referimos a si esa luz es más dura (intensa, unidireccional, que crea luces y sombras muy marcadas y contrastadas) o más suave (sutil, multidireccional, con sombras apenas marcadas o tenues). El uso de reflectores y difusores es fundamental para conseguir “llevar la luz a nuestro terreno”,  y sé con seguridad que algunos de vosotros, cuando tomáis una cámara entre las manos para hacer vuestras fotografías culinarias, no tenéis del todo claro la manera de hacerlo.

Os dejo una muestra de cuatro posibilidades en cuanto a al situación de la luz y teniendo en cuenta el uso de reflectores y difusores.

Tened en cuenta que ninguna de estas fotografías ha sido editada y están recién salidas de la cámara (SOOC). Podréis apreciar mucho mejor las diferencias.

1.- Luz directa del sol.

2.- Luz directa del sol con reflector colocado en el lado opuesto a ala fuente de luz.

3.- Luz directa del sol matizada por un difusor.

4.- Luz directa del sol matizada por un difusor y colocando un reflector en el lado opuesto a la fuente de luz.

Por supuestos las posibilidades son casi infinitas, pero para empezar aquí tenéis algunos ejemplos. Si queréis saber mucho más sobre el tema ¡Os espero en la revista!