24 de Julio del 2013 | etiquetas: Anime, Manga
TwittearCon el 25 aniversario del estreno de "Akira" a nuestras espaldas, el reciente estreno en filmin de otra de las grandes de Otomo, "Roujin-Z", y la celebración del japonismo en el CaixaForum de Barcelona, estrenamos sección semanal dedicada a un país que siempre ha destilado una fascinación inusitada a ojos extranjeros. A través de nuestro catálogo exploraremos las diferentes perspectivas que componen la cultura nipona para echar un poco de luz en una sociedad, que aún a día de hoy, nos sigue maravillando. Abrimos fuego.
Japón y los robots, una historia de amor que parece existir desde tiempos inmemoriales. Cuando nosotros ni soñábamos con ellos, allí ya tenían su "Astroboy", "Mazinger Z" y todo tipo de animes relacionados con la temática. Su fascinación les ha llevado a ser el primer país productor y consumidor de androides y robots. Mientras que aquí un Roomba ya nos parece algo sacado de la más pura ciencia ficción, allí coquetean con androides mucho más avanzados, llegando a celebrar todo tipo de concursos para que luzcan sus cualidades. Y a pesar de que las diferencias entre culturas cada vez son menores, hay percepciones que siguen siendo diferentes, y la robótica es una de ellas. Hoy os damos cuatro posibles razones para la adoración robótica y como track bonus, su lado oscuro. Como diría Homer Simpson, “nos llevan años de ventaja”.
1. Empezando por el principio: Los autómatas de la era Endo
Herederos de los mecanismos de relojería importados de occidente, en Japón hicieron suyo el concepto de Karakuri, un avanzado tipo de autómata. Los muñecos Karakuri podían llegar a realizar kanjis o disparar flechas con una precisión sorprendente, haciendo las delicias de las personas adineradas del Japón del siglo XVIII y XIX. Siempre se han considerado los precursores de la figura del robot, y hay artesanos que siguen fabricándolos a día de hoy.
2. Los kamis y objetos inanimados
El sintoísmo es la religión mayoritaria en el Japón actual, y una de sus particularidades es que creen en unos espíritus llamados kamis, que pueden poseer cualquier objeto del plano físico, ya sea animado o inanimado. Por tanto, creen que los robots pueden tener un alma, acercándose más a los humanos. En cambio, en la religión cristiana reina la creencia de que cualquier creación siempre se volverá contra su creador, ya sea éste humano o Dios, llevando a la sociedad al apocalipsis, lo que hace comprensible que uno de nuestros mayores referentes en el tema sean el "Frankenstein" de Mary Shelley.
3. Contra la población envejecida, carne robótica
En Japón el envejecimiento de la población es un problema serio, ya que se espera que en 2050 un tercio de la población tenga más de 60 años. Al tener muy poca mano de obra dispuesta a cuidar de los más mayores y un flujo migratorio muy escaso, han puesto la vista en la robótica para solventar el problema, y el gobierno ha llegado a invertir grandes sumas de dinero en este fin. Muchos de los ancianos parecen felices ante esta perspectiva, y una señora ha llegado a declarar que se sentía muy feliz cuando llegaba a casa cansada y podía pasar el rato hablando con su robot.
4. En los sueños de los niños desde 1960
Nunca hay que menospreciar el poder del anime dentro de la sociedad japonesa. Mientras que en occidente muchas veces queda relegado a un producto para niños y adolescentes, allí su popularidad alcanza cuotas que aquí se podrían considerar incomprensibles. Es por ello que el anime ejerce una gran influencia en la población japonesa y ha creado figuras míticas que dan forma al pensamiento de toda una generación.
ASTROBOY
¿Por qué es importante?
Uno de los referentes mundiales tanto en el manga como el anime. Nada puede entenderse sin "Astroboy". Nace en un momento donde la moral nipona se encontraba aún derrotada por la atrocidad de las bombas atómicas. El genio Osamu Tetzuka se sacó de la manga un amigable robot impulsado por energía nuclear que conquistaría los corazones del mundo entero y cambiaría la percepción de toda una cultura sobre la imagen del robot.
¿Cómo ha influenciado?
En un estudio realizado por Frederic Kaplan, se demostró que los ingenieros japoneses se sentían fascinados por trabajar en la robótica debido a la influencia que tuvieron en ellos los dibujos que veían cuando eran pequeños, siendo "Astroboy" el mayor referente. Como el androide CB2, el niño robot, capaz de mimetizar el comportamiento de los niños, aunque después de verlo podemos decir que aún queda un largo camino por recorrer hasta llegar a Astro.
¿Hasta donde llega su amor?
Para inaugurar la nueva línea de metro de Tokio, un gran grupo voluntarios creó, a partir de 138.000 billetes de metro reciclados, un mural de Astroboy que se encuentra en la segunda planta de los grandes almacenes Takashimaya de Shinjuku.
MAZINGER Z
¿Por qué es importante?
Uno de los primeros mechas de la historia, o que es lo mismo, robots gigantes controlados por un humano desde su interior. El anime de Go Nagai sentó las bases para toda una revolución en el género de los robots después de que éste se estancara tras "Astroboy". Todo un soplo de aire fresco que sería copiado, u homenajeado, hasta la saciedad.
¿Cómo ha influenciado?
Posiblemente sin "Mazinger Z", Guillermo del Toro no estrenaría película dentro de unas semanas.
¿Hasta donde llega su amor?
No es Mazinger Z, pero si una serie que nació gracias a ella. Con motivo del 30 aniversario de la serie Gundam se construyó en la ciudad de Shizuoka una escultura a escala real del famoso mecha. Mide 18 metros y desde abril de 2012 reside en Tokio. Solo en Japón podrían tener una estatua gigante de un robot. Oh..¿no? Cerca de la provincia de Tarragona, en la urbanización Mas del Plata se encuentra una estatua de 10 metros de alto de Mazinger. ¿Qué hace allí? Parece ser que formaba parte del plan de construcción de la “Urbanización Mazinger” que nunca llegó a completarse. Hecha de fibra de vidrio, cuenta con una pequeña trampilla en la parte de atrás de sus piernas para poder subir hasta la cabeza.
TRACK BONUS: El lado oscuro, fusionando la carne y el metal
No todo es fascinación, también existe una corriente crítica con la tecnificación de la sociedad y la inclusión de los androides, o incluso los cyborgs. Pero para los japoneses, la problemática con la tecnología no reside en los propios androides, ya que ellos no son la amenaza, el peligro empieza cuando el ser humano mezcla su naturaleza biológica con la tecnología y se convierte en cyborg. La fusión de la carne y el metal siempre acaba con resultados catastróficos, y mientras en occidente es el robot, o la inteligencia artificial, lo que implica peligro, en Japón lo es esta simbiosis. Skynet trajo el apocalipsis, las máquinas esclavizaron a la humanidad en "Matrix", en Japón el mecha y el androide llevan a la destrucción.
GHOST IN THE SHELL
Una de las películas que mejor expone el problema del cyborg, su inadaptación y su progresivo distanciamiento de su lado humano a medida que va mejorando su cuerpo tecnológicamente. La investigación de Motoko Kusanagi para detener a una IA extremadamente inteligente (y consciente de si misma) le lleva a entender que tiene más en común con ella que con sus congéneres humanos. James Cameron ha llegado a calificarla como, "la primera cinta de animación adulta que alcanza la excelencia visual y literaria".
ROUJIN-Z
Otro ejemplo de Mecha llevado al extremo. En esta película, Katsuhiro Otomo lidera una crítica social que apunta directamente a esa sociedad japonesa que quiere construir robots para cuidar a los mayores. Eliminando el factor humano, también se elimina lo afectivo, llevándonos a la pérdida de cualquier tipo de emoción o sentimiento. Convirtiéndonos a nosotros mismos en máquinas. En "Roujin-Z", el humano ya no controla al mecha, se convierte en un esclavo de su propia voluntad. Las escenas finales recuerdan al también final de la película de culto "Tetsuo, el hombre de hierro". El mecha, ya totalmente corrompido, acaba arrasando allá donde pasa y acopla a su anatomía todo tipo de basura métalica.
EVANGELION
La relación de Shinji con su EVA 01 no podría ser más diferente que la que tiene Koji Kabuto con Mazinger. Para él, fusionarse con el mecha no es más que un dolor y sufrimiento constante. El robot ha evolucionado, y unos mandos ya no son suficientes, tiene que existir un vínculo biológico con el piloto. Contra más se adentra en el EVA, más aborrece la tecnología, pero a su vez, siente una terrible dependencia. La tecnología acaba convirtiéndose en un mal necesario, ya que sin los Evangelion, la humanidad sucumbiría.