Revista Cultura y Ocio

"Don Gerundio y la montaña rusa del lenguaje", de Mariano Velasco y Francisco Poyatos: cerebro y lenguaje

Publicado el 18 enero 2017 por Lidiacasado
 Tras leer Don Gerundio en el bosque de la prosa paraAnika entre Libros, leí su segunda entrega, Don Gerundio y la montaña rusa del lenguaje y ahora traigo hasta el blog su reseña

Título: Don Gerundio y la montaña rusa del lenguajeTítulo Original: (Don Gerundio y la montaña rusa del lenguaje, 2015)Autores: Francisco Poyatos Jiménez, Mariano VelascoEditorial: TalenturaColección: Deslenguados 
Copyright: 
© Texto: Mariano Velasco, 2015 
© Ilustraciones: Francisco Poyatos Jiménez, 2015 
© Editores Policarbonados, 2015 
Ilustraciones: B/NEdición: 1ª Edición: Mayo 2015ISBN: 9788494258695Tapa: BlandaEtiquetas: aventuras, humor, colecciones, gramática, lengua, lenguaje, libros ilustrados, literatura española, pensamiento, 8 años, 9 años, 10 años, 11 años, literatura infantil, lingüística, didáctico, sintaxisNº de páginas: 144
Argumento: 
Don Gerundio se ve inmerso, en esta ocasión, en la escritura de un libro titulado "Gramática Amena". Para conseguirlo, viajará al cerebro del autor con el fin de averiguar cómo funciona el lenguaje y cómo se construyen las oraciones. Allí descubrirá que el lenguaje es como una montaña rusa en la que viaja el pensamiento en forma de sustantivos, verbos y sus complementos lingüísticos. 
Opinión:

  Mariano Velasco vuelve a ofrecernos una novela infantil que aúna el aprendizaje (y la reflexión) sobre el lenguaje y la diversión de cualquier obra de aventuras. En este caso, además, el arranque es mucho más rápido (de hecho, pillamos a Don Gerundio in media res, por lo que la tarea de los primeros capítulos será averiguar qué ocurre) y la acción no decae en ningún momento.  El autor combina, así, una trama de aventuras (con toques de ciencia ficción y de metaliteratura: Don Gerundio, acompañado esta vez no por sus amigos, sino por Don Dedije, entra en el cerebro del autor de la novela y allí descubre cómo funciona la montaña rusa del lenguaje) con la didáctica sobre la gramática castellana para ofrecernos una obra entretenida que, además, servirá a los más pequeños para adentrarse en el mundo de la sintaxis de un modo fácil y lúdico.  El símil de la montaña rusa funciona a la perfección en la novela y ayuda a visualizar de una forma muy plástica todo lo que tiene que ver con el lenguaje y la construcción de las oraciones: desde esos vagones en los viajan sustantivos y verbos (muy bien emparejaditos, eso sí, por el inspector Concuerda) hasta la metáfora del pensamiento como algo que viaja rápido y da tantas vueltas como una montaña rusa, todo logra aproximar conceptos tan abstractos como los de la lingüística a elementos y situaciones que los niños conocen bien.  Además, el humor impregna toda la obra a través de juegos de palabras, situaciones cómicas de por sí, personajes rocambolescos y una ironía que ayuda a potenciar ese tono divertido general.  A lo largo de la novela se van explicando cuáles son los diferentes elementos de la oración y cuáles son funciones pero, para que todo quede más claro aún, las últimas páginas están destinadas a recoger esa "Gramática Amena" que habría escrito Don Gerundio (toque metaliterario, nuevamente) en el que los conceptos quedan aún más claros y que puede ser fácilmente consultable por los lectores en caso de necesitar un refuerzo de lengua.  Solo le pongo una pega y es el papel secundario de la mujer en esta entrega. Solo aparece una y está más obsesionada por su aspecto físico y, sobre todo, por enamorar a Don Gerundio que por cualquier otra cosa, lo que da una imagen superficial de las mujeres que no estaba en "Don Gerundio en el Bosque de la Prosa".  Por lo demás, Velasco vuelve a ofrecernos una obra que aúna lengua y diversión, aprendizaje y humor, más dinámica que la anterior y que resultará muy útil a muchos lectores.
 Enlace a la reseña original.
   Nos seguimos leyendo.

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