Revista Insólito
Respuesta de Don Tomás de Iriarte a una dama
que le preguntó qué era lo mejor que hallaba en su cuerpo
Con licencia, señora, de ese pelo que en rubias ondas llega a la cintura, y de esos ojos cuya travesura ardor infunde al pecho más de hielo;
con licencia del talle, que es modelo propuesto por Cupido a la hermosura, y de esa grata voz cuya dulzura de un alma enamorada es el consuelo,
juro que nada en tu persona he visto como el culo que tienes, soberano, grande, redondo, grueso, limpio, listo;
culo fresco, suavísimo, lozano; culo, en fin, que nació, ¡fuego de Cristo!, para el mismo Pontífice romano.