Revista Opinión

Donald trump “el rey del espectáculo”

Publicado el 26 julio 2015 por Tablazo Tablazo Cubanoti @tablazocom
Trump es la gran estrella de las primarias republicanas. Sus propuestas contrastan de forma drástica con la timidez de sus oponentes. El precandidato lidera las encuestas de intención de voto en su partido porque sus propuestas son claras y su estilo es recio y frontal. El multimillonario defiende a los trabajadores estadounidenses y por eso plantea construir una “gran, gran muralla” en la frontera con México, y de esa manera evitar que sigan entrando los criminales, traficantes y violadores. Pero también es un empresario exitoso y entonces le hará pagar a México el costo del gran muro. No está del todo claro que los mexicanos que entran de forma ilegal a Estados Unidos sean en su gran mayoría criminales, traficantes y violadores. El propio Trump lo entiende con claridad: “Algunos, supongo, son buena gente”, aclaró. Lo que no explicó es cómo le va a hacer pagar a México por la valla, pero eso es un detalle y de los detalles se ocupará su equipo de negociadores, los mismos que lograron que refinanciara su deuda de miles de millones de dólares y resurgiera de esas cenizas para volver a ser uno de los hombres más ricos del mundo. Trump-2 ¿Qué mejor opción puede tener un electorado que ha sufrido todos estos años de gobierno de un profesor de derecho constitucional, un intelectual graduado con honores en Harvard, que ni siquiera es de raza blanca? Para tener alguna chance en las elecciones internas del Partido Republicano hay que tener un cinismo consistente. Todos lo saben y juegan a ser más duros de lo que serían si de verdad se les diera la oportunidad de gobernar. Se sabe que no van a elegir al que opte por un discurso sensato, basado en un análisis serio de la situación y que proponga alternativas viables para una conducción política y económica que eleve la calidad de vida de los estadounidenses. Y hay un candidato que lo sabe mejor que nadie. “Demagogia, mala leche y sinsentido”, esos son los ingredientes del discurso de Donald Trump según uno de sus rivales en las primarias, el ex gobernador de Texas, Rick Perry. Casi se puede sentir la envidia de Perry por su audaz oponente. “El resentimiento es el veneno que tragamos con la esperanza de que le haga mal a otro”, añadió el exgobernador, con la esperanza de que los republicanos no bebieran ese veneno. Pero, ¿por qué no habrían de beberlo, si es el remedio que los doctores del partido le han recetado al electorado estadounidense desde hace décadas? Sin ese resentimiento, el propio partido tendría que encontrarle un nuevo sentido a su existencia. Entonces, entra en escena Donald Trump. Un tipo más inteligente que sus oponentes, mejor dispuesto a hacer apuestas de alto riesgo, que no teme ni al ridículo ni a la pérdida de negocios. Es un jefe, que se burla de sus adversarios o, si lo obligan, los insulta en la cara o divulga el número de celular de algún impertinente, como hizo con el senador republicano Linsey Graham, para que los patriotas le dijeran sus verdades de forma directa. Falta mucho todavía para saber qué tan seria es la amenaza Trump en estas elecciones. Las primarias recién empiezan en febrero del año que viene y puede pasar cualquier cosa en estos meses. Pero está claro que la política estadounidense es un espectáculo en el que la ética juega un papel marginal. Por eso no debería asombrar a nadie que el señor Donald Trump lidere la carrera. En ese sentido, el del espectáculo, sería para alquilar balcones que Trump ganara las internas y debiera lidiar con la señora Hillary Clinton. Esos debates futuros prometen ser un reality show aún superior a The Apprentice, en el que Trump era todopoderoso. La audiencia estadounidense tiene la palabra. Fuente: elobservador

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