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Dos Cielos: Los hermanos Torres en Madrid

Por Amoras
Los televisivos hermanos Torres han llegado a Madrid y desde enero ya tienen restaurante en la capital. Y, por supuesto, nosotros no podíamos perdérnoslo.
Dos Cielos: Los hermanos Torres en MadridOjeamos por Internet el aspecto del local y no nos parecía excesivamente elegante, así que allá que reservamos con los churumbeles, ingenuos de nosotros. Efectivamente, el local está decorado en tonos cálidos, de madera y materiales naturales, pero para llegar a él... hay que atravesar el hall del hotel Gran Meliá Palacio de los Duques, nada más y nada menos que un hotel 5 estrellas. Un poco impactante yendo con los dos niños. Hay que atravesar el patio interior, muy bonito y elegante y accedes a las antiguas caballerizas del palacio, donde está el restaurante.
Teníamos la reserva pronto, como habitualmente hacemos cuando vamos en familia, así que a la llegada estábamos solos. Al poco de llegar y tras un breve instante de protesta, el pequeño se durmió, así que nos relajamos.
Nos traen la carta. Dos opciones, menú, por 75 € o carta. La carta breve, con escasez de entrantes por lo que se nos plantearon dudas. Nos gustaría probar el menú, pero el niño tiene que comer, e imaginamos que sería complicado compartir. Además, nos indican que el menú dura aproximadamente un par de horas; con los peques, tal vez demasiado. Lo comentamos con el maitre y nos propone que pidamos 4 o 5 platos y nos los servirán para compartir. Nos pareció buena opción ya que nos prepararían un pequeño menú degustación de 2 entrantes, 5 platos y postre, así que allá vamos. Para empezar, nos traen de aperitivo:
- Abrazo de invierno: consomé de cocido y verduras. Muy rico para entrar en calor.
Dos Cielos: Los hermanos Torres en Madrid
- Camarones al ajillo y limón: Hay que mojarse los dedos con una toallita con esencia de limón (que no se come) para luego comer los camarones con las manos y que sepan a cítrico... A Álex le pareció divertidísimo.
Dos Cielos: Los hermanos Torres en Madrid
Como platos, nos decantamos por:
- Picaña de rubia gallega marinada, vinagreta de jugo de carne y encurtidos: Lo que viene siendo un carpaccio, con buen aderezo.
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- Canelón de la abuela Catalina, trufa melanosporum y queso parmesano. Tuvimos un momento de duda sobre si pedirlo o no. El hecho de ser el plato estrella de los Torres nos animó a hacerlo y no nos arrepentimos. Exquisito de principio a fin. El queso, en una lámina crujiente, era muy suave y fácil de quitar en caso necesario. Efectivamente, es un imprescindible.
Dos Cielos: Los hermanos Torres en Madrid
- Pescado de escama a la sal de hierbas, cebollas, tomates y puerros. Muy bueno, en su punto de cocción y buen acompañamiento.
Dos Cielos: Los hermanos Torres en Madrid
- Mollete de rabo de toro: También muy rico. Llegados a este punto de la comida, ya no podíamos más. Intentamos quitar el último plato que habíamos pedido, pero ya estaba a punto de salir, así que tuvimos que rematar aún con un plato más.
- Pato salvaje barreado con peras: Llegamos muy llenos y además, a nuestro parecer, fue el peor plato de los degustados así que pasó sin pena ni gloria. El pato estaba algo seco.
Dos Cielos: Los hermanos Torres en Madrid
Finalizamos la comida con un chocolate, pan de especies y avellanas. Un fabuloso remate.
Dos Cielos: Los hermanos Torres en Madrid
Del servicio, destacaría su irregularidad. No sabemos qué pasaba pero al final la comida se alargó hasta casi tres horas, con parones eternos entre los platos y detalles extraños, como traer el pan (a elegir pan blanco, de semillas y de olivas, ¡qué pan! a cada cual mejor...) y el aceite después del primer plato. Y un frío que pasamos... que no teníamos muy claro si estábamos bajo cubierto o comiendo al aire libre. Afortunadamente, la alta calidad de la comida, compensó los inconvenientes.
Lo mencionado, con un refresco, un agua, tres copas de cava y un café, subieron la cuenta a 175€. Éramos tres, y aunque el niño de 5 años comió al ritmo de un adulto, no hubiera pasado nada por pedir un plato de menos.

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