Ya sabes que la pedagogía menstrual me apasiona y, dentro de este amplio bloque de conocimiento, la etapa del climaterio o menopausia me parece interesante por varios motivos.Quizá el más prosaico es que ya mismo tendré que atravesar este periodo, en cuestión de unos años. Pero también me parece interesante porque socialmente es una etapa poco valorada, incluso temida y creo que se debe a que se ha creado una imagen muy negativa de ella y que no se ha dado bien la información al respecto. Hoy te presento dos libros que, en esa línea, arrojan mucha luz de una manera muy amena e interesante.
¡Vamos al lío!
1. La menopausia consciente, de Mónica Manso:
Es un libro que, además de bien escrito, está muy bien estructurado y tiene mucha información a nivel hormonal, anímico, psicológico...además a su carácter divulgativo, como te digo, rico en información, se añade un enfoque muy práctico lleno de propuestas.En este esquema te dejo 3 propuestas que he encontrado en el libro que me han parecido muy interesantes, pero te recomiendo que lo leas porque tienes muchas más. Pincha en la imagen para ver mejor:
2. Alicia en el país de la menopausia, de Sara Sender:
Aunque el tema sea el mismo, y el enfoque también tenga una línea común, esta obra de Sara Sender tiene una estructura totalmente diferente, y sus aportaciones también lo son.Primero, porque aunque tiene una introducción y también capítulos de conclusión, el grueso del libro es un análisis de la obra de Lewis Carrol desde el punto de vista del subconsciente y aún más allá, desde el punto de vista de la nueva etapa que la menopausia supone en la vida de una mujer.Y es un análisis muy, muy bien hecho, de manera que Sara denota una cultura muy vasta en sus citas y deja aportaciones que me parecen asombrosamente lúcidas y enriquecedoras, sea cual sea tu etapa vital, tu género y tu camino.Te dejo aquí una cita que me ha resultado muy significativa, pero tienes muchas de este estilo en el libro:
Cuando revises las heridas del pasado, míralas bien, llóralas bien si hace falta, pero cuando acabes con este proceso, dales las gracias porque ellas te han hecho ser quien eres, y llénate de compasión por aquéllos que no supieron cómo tratarte. Este último paso es necesario y es el más difícil. Puede requerir bastante tiempo llegar hasta él, pero si realmente quieres sanar esa herida que está en ti, después de ponerle desinfectante mirándola bien y expresándola, tendrás que llenarla de amor, también por los que te la hicieron. Aunque te parezca imposible, se puede hacer y la recompensar que conlleva para ti misma vale realmente la pena. Sea lo que sea que te haya ocurrido, tu objetivo debe ser perdonar a las personas que te causaron el dolor. Puede ser muy difícil, pero es necesario para librarte de ello. Cuando perdonas no lo haces para quitarles la culpa ni para menoscabar la gravedad de lo que te hicieron. Hay cosas inaceptables que jamás deberían ocurrir, pero para sanar este recuerdo dentro de ti debes llenarte de compasión por quién alo hizo, procurar entender por qué un ser humano puede hacer cosas terribles – normalmente ellos también sufrieron – y perdonar con el corazón. Una vez perdonado, suéltalo, ya estuvo suficiente contigo, no es necesario que esté más. Llénate de amor hacia ti misma, hacia lo que eres, y envía amor a cada parte de tu cuerpo.
Dependiendo de la gravedad de los hechos, perdonar puede llevar más o menos tiempo, es algo que no se puede forzar, pero sí que puede ser un objetivo dentro de ti, una meta a alcanzar cuando tu trabajo interior haya madurado lo suficiente. Cuando lo consigas serás libre para siempre.
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