Revista Cultura y Ocio

DOS MENOS - Dos grandes

Por Loscriticones

¿Qué harías si te quedaran una o dos semanas de vida?
Y pensarás: ¡qué preguntas hace esta mujer! Así, en frío y sin anestesia, ¿no? Pero así es como se lo dicen a los personajes. Y no les preguntan, les dicen que se mueren. Un médico con un Máster en Inteligencia Emocional por CCC.
Supongo que lo mejor que podríamos hacer ante una situación así es no tener que arrepentirnos de nada (o casi nada) de lo que pudimos hacer y era importante cuando no éramos conscientes de la cuenta atrás. Pero eso no es fácil.
Dos menos recorre los sentimientos más profundos, las miserias y grandezas de dos personas a las que se les acaba el tiempo.
Dos compañeros de habitación de un hospital que se han visto unidos por un fatídico destino, por un médico inhumano y por una necesidad de vivir (de verdad) lo poco que les queda y lo hacen con la única persona a la que tienen.
El hilo argumental de la obra es, al principio, bastante pobre: dos abuelillos en "Los últimos días de Pompeya" (vamos, que no hay quien les salve de morir) y que se encuentran con una embarazada a la que su pareja abandonó por miedo y deciden solucionarle la vida a ella, al miedica y al bebé... En fin, si tú lo dices, señor dramaturgo, pero te lo podías haber currado un pelín más para tener la pretendida excusa para contar uno de los errores de uno de los protagonistas.
Sin embargo, y gracias a los impagables Héctor Alterio y Pepe Sacristán, la obra va creciendo y poco a poco se van desgranando los personajes y sus emociones aumentando el interés del espectador.
Los diálogos amargos y, también, divertidos (pese a que en alguno sólo se oía mi risa, todo hay que decirlo) entre los dos viejos cascarrabias son lo mejor de la obra, junto a la ayuda que se prestan y cómo se convierten, el uno para el otro, en sus nuevas familias.
Una obra que no habla sólo de la necesidad de saber vivir la vida que tienes (porque, colega, no hay más) sino que también pica en la soledad de la vejez, la muerte y el miedo que va con ella, las relaciones, en particular, las familiares, las malas decisiones y la posibilidad de solucionar los pequeños desastres de cada uno.
"Gira la llave con cuidado, siempre intentamos hacerlo con fuerza y si girásemos la llave dulcemente siempre se nos abrirían las puertas".
Hasta el 07/02/2009 en el Teatro Fernando Fernán Gómez.
BEATRIX KIDDO

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