Revista Cultura y Ocio

Dos Nobel, Un Cervantes y un filete

Publicado el 28 abril 2014 por Imosver

Dos Nobel, Un Cervantes y un filete

Parece una escena extraída de una película de Pedro Almodóvar..

Protagonistas:  los Premio Nobel, Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez, con Elena Poniatowska, Premio Cervantes,  como actriz secundaria.

El 12 de febrero de 1976, los tres escritores fueron invitados a un pase privado de la película Sobrevivientes de los Andes. Por cierto, os dejamos el libro , y la web oficial  por que es una historia que merece la pena.

Al llegar al Palacio de Bellas Artes de Méjico, donde se llevaba a cabo el evento, García Márquez se acerca a saludar a su colega Vargas Llosa. Entre ambos escritores existía una buena amistad desde hacía  nueve años,  cuando se conocieron personalmente al coincidir por diferentes motivos en el aeropuerto de Maiquetía de Caracas.

En lugar de el esperado abrazo, el autor de Cien Años de soledad , recibió sin previo aviso, por parte de Vargas Llosa, un contundente puñetazo directo a su ojo izquierdo. Revuelo donde los haya. Pero la flamante ganadora del Premio Cervantes 2013, Elena Poniatowska, que presenció el incidente, resuelta y con buenos reflejos, se las brujuleó para conseguir (no se sabe como), un filete  que mitigase el desaguisado producido en el ojo de García Márquez.  Aquí hacemos un inciso: parece ser que un filete de carne no es lo mejor para un ojo amoratado. El frío de la carne si proviene de la nevera será lo único bueno de este remedio, pero la carne cruda puede contener bacterias nada  recomendables para un caso así. Seguramente, la escritora era fiel seguidora de los “remedios de la abuela”.

Total, que filete en ojo uno, aplacada su ira el otro y con el sentimiento de haber ejercido de improvisada enfermera la tercera, no sé si consiguieron concentrarse en la película. 

En tono de humor, recogemos este  incidente que después de tantos años, vuelve a ser noticia por las declaraciones de Mario Vargas Llosa tras la muerte de Gabriel García Márquez. 

Parece ser que ambos escritores firmaron un pacto de silencio por el que se comprometían a dejar a los biógrafos y los medios,  las especulaciones en relación a los motivos de aquel episodio. “El se murió cumpliendo el pacto, y yo me voy a morir cumpliendo el pacto” declaraba Vargas Llosa estos días.

Con características que recuerdan a las relaciones fraternales, a pesar de sus desacuerdos, el respeto y la admiración mutua, superan  cualquier anécdota. “Sus novelas sobrevivirán y seguirán ganado lectores por doquier”, aseguraba el autor de El Héroe discreto , Mil años de soledad y tristeza por la muerte del más grande colombiano de todos los tiempos” se leyó en su Twitter también.

¡Buen lunes!


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