Revista Cocina

Dos viejos de paseo

Por Dolega @blogdedolega

Dos viejos de paseo

Vamos hablando de lo divino y de lo humano con toda tranquilidad y cualquiera que nos vea podrá sacar la evidente conclusión de que somos hermanos, ya que somos bastante parecidos. Bueno, yo  en guapo dirá él  por supuesto, como todo hermano mayor.

Lo que ya no es tan evidente es que hace muchos años que no vamos juntos en un coche por esos senderos. Ahora los caminos se han vestido de negro por el asfalto y nuestras cabezas de blanco por las canas.

Atrás quedaron los caminos de tierra y atravesar arroyos y baches imposibles para ir a la playa.

La sensación que tengo es extraña. Es como si hubiéramos estado representando una obra anormalmente larga, en un escenario con mínimos cambios en el paisaje.

La conversación es plácida y los recuerdos agradables. La mente tiene la gran virtud de blanquear los recuerdos y hacerlos limpios y perfumados al cabo de los años.

Vuelvo a experimentar la sensación de hablar con alguien que se expresa de igual forma que yo.

Me explico, creo que en cada familia hay una forma peculiar de hablar. En la nuestra tenemos la maldita costumbre de exponer cualquier idea por simple que sea en tercera persona, lo que propicia en el interlocutor una especie de confusión de si estás dando un ejemplo ó directamente lo estás haciendo protagonista de aquello de lo que hablas. “porque si tu llegas y eres tan estúpido que piensas que…”

Me ha costado años corregir esa manera de hablar porque me ha costado más de un disgusto.

Luego tenemos una fijación por la coletilla “eso es igual que si… y te echas una parrafada de media hora ilustrando algo y que hace que el interlocutor se pierda por completo ó se duerma.

Pues bien, ahí vamos los dos viejos por el campo panameño, camino de una de las playas más bonitas que existen, hablando el mismo lenguaje y cabeceando como dos tontos que se dan la razón el uno al otro al hablar.

Por primera vez en muchos años no tengo que pensar en cambiar la persona en la que hablo. Parece una tontería pero no saben ustedes lo que relaja no tener que hacerlo.

Llegamos a la playa.

Dos viejos de paseo

La marvillosa playa de las lajas

Todo el que me conoce sabe que desde hace años empecé de manera irónica a decir algo como:

“Estoy hasta el moño de todo. Cualquier día agarro, me largo a mi pueblo, me pongo un traje de india, me quito las bragas y me siento debajo de una palmera a fumar María y a no hacer nada”

Al cabo de unos pocos meses podía fletar un avión 747 de la gente que se apuntaba a la protesta.

Pues Bien, estas fotos van dedicadas a todas esas personas que me oían y no tenían muy claro a donde iban a ir si me seguían en mi aventura.

Dos viejos de paseo

Mirando a la derecha

 

Dos viejos de paseo

Mirando a la izquierda, en total 14 Kms de playa

Dos viejos de paseo

Si escoges una palmera y te sientas a su pie, esta es la vista que tienes. El traje, te pones el que quieras, por supuesto sin bragas y la María por aquí sale sola así que ya sabes...

 

Comemos tranquilamente en el hotel que hay. No lo conocía y me parece bonito y relajante. ¡Es increíble, ahora hay un hotel!

Dos viejos de paseo

 

Nos vamos a un sitio escenario de una de las historias más surrealistas de nuestra familia y puedo garantizarles que tenemos historias para unos cuantos volúmenes, pero esta es de las que marca época.

-¿No piensas contarla?

-Creo que sería demasiado surrealista incluso para mi blog.

-Aquí fue donde el Pick up dijo “hasta aquí” y empezamos a ir marcha atrás con lancha incorporada bajo una nube de tierra y con mamá agarrada al freno de mano como una posesa ¿Te acuerdas?

Dos viejos de paseo

-¡Claro que me acuerdo! Nunca he aporreado tanto mis tetas contra el suelo de un pick up, ni contra nada, ni he comido tanta tierra como aquel día. Te recuerdo que íbamos atrás y el maldito pick up era simplemente una plataforma e íbamos boca abajo agarradas a la carrocería de la cabina y claro ahora asfaltadito, está genial.

-¿Y lo guapas que ibais vestiditas de blanco y azul marino para salir al mar?

-Vete a la mierda, la que tiene mérito es tu mujer. Yo al fin y al cabo soy tu hermana, pero ella… soy yo y te mando al carajo a la voz de ya.

Dos viejos de paseo

Camino de Boca Chica. Puerto deportivo que hace cuarenta años era simplemente un sitio recóndito donde echar un bote a un estero.

Dos viejos de paseo

-Mira allí en la montaña del otro lado del estero, hay un hotel que han puesto unos que se vinieron para acá y se quedaron.

-Los más listos de todos, te lo digo yo.

-pero de este lado también hay hotel, vamos…

Dos viejos de paseo
-Ves, aquí en clanclas y haciendo lo que te da la gana. Así es como se está bién.

-Venga vámonos que viene el agua, acuérdate que estamos en invierno.

Dos viejos de paseo

Dos viejos de paseo

Dos viejos de paseo

-Contéstame algo. ¿Como lográbamos ir al colegio, trabajar ,ir y venir, hacer todo lo que hacíamos a estas distancias? ¡Es increible!

Por estas carreteras. ¿Te acuerdas que veníamos del colegio y bajábamos al cine y volvíamos a subir? Y de fiesta…

-Fácil, hermana. La juventud.

-Cierto, la juventud que no sabe de cansancio ni kilómetros ni caminos, por el afán de vivir. Aunque hoy nosotros a lo pendejo llevamos como doscientos cincuenta kilómetros hechos.

-Pero eso es porque es de vez en cuando. Además es para que tengas fotos para los post.

-Vale hermano, acepto esa disculpa para ocultar que querías pasear conmigo.

 


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossiers Paperblog