Revista Música

Dover

Publicado el 24 abril 2017 por Perendengon

Hola, Graminoleños.

El artículo de “La Graminola” de hoy está dedicado a un grupo español que llevó hasta el punto más extremo lo de evolucionar y cambiar de estilo con el paso de los años, de tal modo que escuchando la música de su primera etapa y comparándola con la de la segunda parecen dos grupos distintos. Vamos que se les fue la mano.

El grupo se formaría en el año 1992 cuando las hermanas Cristina y Amparo Llanos, vocalista y guitarra principal, unirían sus fuerzas con Jesús Antúnez y Álvaro Díez, batería y bajo respectivamente, dando cuerpo a un grupo que en un primer momento se convertiría en un soplo de aire fresco en el panorama musical español.

Sus principios fueron totalmente artesanales, ensayando y grabando sus maquetas en una nave industrial de Alcorcón, intentando abrirse camino en el mundo de la música. Una de esas maquetas acabaría en uno de los programas de mayor audiencia de Radio 3, siendo éste el momento en el que de algún modo empezarían a darse a conocer al público.

Tras varios años dando tumbos y con el primer cambio en su formación, la salida de Álvaro Díez siendo sustituido por Álvaro Gómez, en el año 1995 les llegaría la oportunidad de grabar su primer disco cuyo título sería “Sister”.

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El disco tendría muy poca trascendencia ya que su difusión fue bastante escasa y las copias que se editaron muy pocas, por lo que sus ventas fueron realmente anecdóticas. Aun así serviría para darles a conocer y con el paso de los años se convertiría en un álbum de culto.

Únicamente se publicaría un sencillo de este disco, titulado “Angelus”, que si bien no tuvo demasiada repercusión en su momento, sería considerado poco tiempo después como una de las mejores canciones que compusieron en sus primeros pasos, aunque como veremos a continuación no sería ésta la canción más popular y de mayor aceptación por parte del público de su álbum de debut.

Curiosamente, de esta canción no se grabaría videoclip alguno, pero sí se haría de otro de los temas del disco, que se convertiría en la canción más popular y la que su público esperaba con más impaciencia en sus actuaciones en directo.

La canción en cuestión es “Come With Me” y el videoclip está rodado con muy pocos medios y de una manera totalmente artesanal, pero les daría popularidad suficiente como para ser algo más conocidos, por lo que podría considerarse como el primer “pequeño” éxito de su carrera.

Las críticas sobre este primer disco no fueron ni buenas ni malas … vamos que no existieron. Y es que fue tan poca la publicidad que se le dio y tan escasos los medios con los que fue grabado que paso bastante desapercibido a excepción de unos cuantos medios radiofónicos y de algunos fans que se convertirían en incondicionales.

Como suele suceder en estos casos, cuando una banda no consigue alcanzar ninguna trascendencia con su primer trabajo pero con el paso de los años logra triunfar, este disco sería reeditado y en él se incluiría una canción que pude considerarse única en toda su trayectoria.

Esa canción lleva el título de “Noche Tras Noche” y es la única oportunidad que tendremos de escuchar a Cristina Llanos cantando en español. Para coleccionistas, vamos.

Cualquier otro artista se habría rendido de inmediato con los resultados de su álbum de debut, pero ellos no estaban por la labor. Seguían componiendo, actuaban en algunos festivales y su gran oportunidad les llegaría en el año 1997 con la inclusión de una de sus canciones en un recopilatorio que recogía temas de algunas bandas noveles de rock que intentaban como ellos abrirse camino en el panorama musical español.

El recopilatorio llevaría el título de “Stereoparty 2” y la canción que se incluía en el mismo sería “Loli Jackson”. El éxito que cosecharía este tema sería tan grande que de manera inmediata su sello discográfico les ofrecería la oportunidad de grabar su segundo disco y esta vez con más promoción.

Así pues, ese mismo año aparecería en el mercado su segundo disco, titulado “Devil Come To Me”, grabado en muy poco tiempo y con unos medios bastante modestos pero que iba a convertirlos en la banda revelación del momento y uno de los principales grupos de rock de nuestro país.

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A partir de ese momento iniciarían su carrera propiamente dicha. Su sonido tan original como sencillo, con unos arreglos sin artificios de ningún tipo y una manera muy natural de tocar, su imagen, desaliñada, rockera y sencilla, así como el tremendo carisma que adquiriría en poco tiempo Cristina como vocalista, a pesar de superar apenas los veinte años, les daría esa popularidad que hasta ese instante se les había negado.

El ritmo de sus canciones era trepidante y el sonido de sus guitarras, potente y contundente lo llenaba todo. Daba la impresión de que tocaban con una intensidad y una velocidad como si no hubiera mañana, aunque siempre había alguna excepción.

Esa excepción llegaría en forma de éxito rotundo y bajo el título de “Serenade”, una canción que puede considerarse como el primer gran éxito del grupo y el tema que les pondría en el camino hacia la fama y el estrellato.

Se trata de una canción con un inicio suave en el que la guitarra de Amparo suena calmada junto a la voz de Cristina en un tono bajo para dar paso poco después a una subida total tanto en la intensidad del sonido de guitarra como de la voz de la vocalista. Una auténtica genialidad que se convertiría en el primer número uno de su carrera.

Por si fuera poco, otro de los temas que integran el disco, concretamente el que le da nombre, les daría mayor popularidad si cabe al ser elegido para formar parte de un anuncio publicitario de una nueva gama de refrescos que se haría bastante popular por aquella época.

Está claro que el sonido de “Devil Came To Me” encaja a la perfección con cualquier tipo de refresco “radical”.

Todavía se publicaría un sencillo más de este disco, aunque no tendría la aceptación de los anteriores, pero podía decirse que el trabajo ya estaba hecho. El álbum llegaría al número uno de las listas de nuestro país y lo bueno del caso es que lo mejor estaba aún por llegar.

Este último sencillo llevaría el título de “Judas” y aunque estaría por debajo del nivel de aceptación de sus antecesores llevaría la misma marca de fábrica con su sonido contundente y rockero de principio a fin.

El éxito conseguido por este disco no solamente iba a darles el impulso necesario para convertirles en uno de los principales grupos de nuestro país, sino que iba a provocar el cambio radical a la hora de grabar, publicar y promocionar sus siguientes trabajos, ya que sus medios ahora sí eran los adecuados.

Para empezar crearían su propio sello discográfico, con el que publicarían sus siguientes discos y como ellos consiguieron darse a conocer gracias a la inclusión de uno de sus temas en un recopilatorio de canciones de bandas emergentes, su primera labor como discográfica sería la salida al mercado de un disco de estas mismas características.

Este disco aparecería en el mercado en el año 1998 bajo el título de “The Power of Dolores” y en el figuraban canciones de grupos independientes que como ellos en su día intentaban abrirse camino. Además incluía un tema propio, una espectacular versión de “The One I Love”, una de las mejores canciones de ese maravilloso grupo que se llama REM.

Sería al año siguiente, en 1999, cuando publicarían su tercer disco y primero bajo su propio sello, bajo el título de “Late At Night”, el cual iba a convertirse en un grandísimo éxito, a pesar de cosechar unas ventas ligeramente inferiores a las de su anterior trabajo. Que algo había cambiado se notaba hasta en el lugar en el que se grabaría el disco ya que para ello el grupo se trasladaría hasta los Estados Unidos. Lejos quedaban aquellos tiempos en los que las grabaciones se realizaban de manera artesanal en una nave industrial.

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El impacto que el disco causaría sería total, sobre todo gracias a los dos primeros sencillos que aparecerían en el mercado. El primero de ellos lograría además algo que no está al alcance de cualquier artista, batiendo todos los records de precocidad. Me explico.

Cuando se publica un sencillo y éste llega al número uno, lo normal es que lo haga después de algunas semanas en las listas en posiciones un poco más retrasadas, siendo contadas las ocasiones a lo largo del año en la que algún artista consigue colocar en su primera semana una de sus canciones en lo más alto de esas listas. Pues bien, ellos lo consiguieron con el primer sencillo de “Late At Night”.

Se trata de “DJ”, una canción interpretada a toda marcha, con sus guitarras sonando como nunca, seña de identidad del grupo durante gran parte de su carrera … aunque como luego veremos, con el paso del tiempo esto cambiaría radicalmente.

La “maquinaria Dover” se había puesto en marcha y ya no había quien la parara. Su popularidad fue en aumento y las críticas hacia su música eran siempre muy favorables. Por si fuera poco, una vez más el mundo de la publicidad se iba a fijar en ellos y utilizar uno de sus temas para un anuncio televisivo, algo que siempre es sinónimo de éxito.

En esta ocasión sería una marca de coches la que utilizaría uno de sus temas para su campaña, siendo “Cherry Lee” la canción elegida, convirtiéndose de manera inmediata en un clásico del grupo.

Su repercusión era ya imparable y el nuevo disco les abriría las puertas del mercado internacional. Media Europa empezaba a vibrar también con su música e incluso en Estados Unidos llegaron a lograr cierta popularidad. Su ascenso era meteórico y parecía que todavía tenían mucho recorrido.

Aunque las ventas del disco fueron ligeramente inferiores a las de su anterior trabajo, según los entendidos en la materia “Late At Night” es el mejor álbum de toda su carrera, en el que rompen definitivamente y con el que suenan de manera más contundente y única.

Cualquiera de las canciones suena a toda marcha, algo que puede apreciarse a la perfección en “The Hitter”.

Este es el único disco de su primera época, la genuina y auténtica vinculada al rock, en la que alternarían temas muy potentes, habituales en ellos, con otros de una menor intensidad, con arreglos algo más suaves y menos contundentes.

El ejemplo más claro sería este “Flashback”, una canción más pausada pero igual de atrayente que las del resto del disco.

Eso sí, la tendencia general del disco es sonido de guitarra a todo trapo y mucho ritmo. Además, empezaban a cuidar algo más su imagen, rodando videoclips para todos los sencillos que iban publicando, con cierto argumento y en el que el mayor protagonismo lo ocupaba siempre Cristina, que día a día, paso a paso, iba convirtiéndose en la líder del grupo.

Todo esto, tanto en lo relativo al sonido como al videoclip, puede apreciarse a la perfección en la intensa “Far”.

Su siguiente disco llegaría en el año 2001 y de nuevo viajarían hasta los Estados Unidos para grabarlo. Los buenos resultados cosechados por su anterior trabajo y su introducción en el mercado norteamericano serían los culpables de este nuevo viaje. El producto volvería a ser bastante satisfactorio.

El nuevo disco llevaría el título de “I Was Dead for 7 Weeks In The City Of Angels” y significaría su defintivo asentamiento como una de las bandas más importantes del rock español del momento.

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El título del disco obedece a una serie de problemas e imprevistos que surgieron durante su grabación. Existieron algunas diferencias entre el grupo y su productor y Cristina estuvo aquejada de un fortísimo proceso gripal que marcaría la forma de interpretar las canciones que lo componen.

Pese a todas estas circunstancias, el disco sería un éxito total, logrando unas grandísimas ventas y repitiendo la historia de colocar de manera inmediata su primer sencillo en el número uno de las listas. Con “King George” lo conseguirían de nuevo. El listón estaba cada vez más alto.

Escuchando la música que hacían por aquella época, la misma que desde sus principios, cuesta trabajo creer el cambio que iban a experimentar unos cuantos años después. Pocos grupos de nuestro país eran capaces de hacer el rock que ellos hacían y conectar con el público en general como ellos hacían.

La intensidad y el ritmo que tenían sus canciones con las guitarras llenándolo todo y el único acompañamiento de la batería hacía que canciones tan sencillas como “Better Day” se convirtieran en acontecimientos muy esperados en todas sus actuaciones en directo.

Hasta cuando componían una balada su intesidad era desatada. Solían ser canciones que empezaban en un tono más tranquilo y con la voz de Cristina más susurrante, pero de inmediato subían de intensidad y la vocalista se empleaba con su habitualidad fuerza. De esta manera nos ofrecían canciones como “The Weak Hour of The Roosters”.

Aunque no siempre era así. Es difícil encontrar baladas propiamente dichas dentro de la carrera de Dover, tanto de su primera como de su segunda etapa, pero alguna que otra hay. La que a mi manera de entender más encajaría en este estilo sería “Big Mistake”, otro de los sencillos publicados de este disco.

Tras esta seria de éxitos estaba claro que no tardaría en llegar un disco grabado en directo. Lo haría en el año 2002 y llevaría el título de “It’s Good To Be Me”.

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Puede decirse que nos encontramos ante un disco muy completo ya que en él figuran algunos de sus éxitos en directo, un par de canciones en acústico y un tema inédito que presenta un sonido un tanto dulcificado en comparación con el habitual.

La única canción nueva que incluye el disco es “Mystic Love” y en ella las guitarras no suenan con la contundencia habitual sino que suavizan un poco su intensidad. Aún nadie lo sabía, pero podría decirse que éste iba a ser el principio de un nuevo rumbo que iban a tomar pasados unos años.

Los tiempos estaban cambiando y con su siguiente disco empezarían a dar un pequeño giro que iba a convertirse en una evolución total en el posterior. La crisis provocaría que tuvieran que cerrar su sello discográfico y fichar por una multinacional para intentar sobrevivir y eso les llevaría a variar su estilo. Donde hay patrón …

El disco en cuestión saldría al mercado en el año 2003 y llevaría el título de “The Flame” y puede considerarse como el puente que llevaría al grupo a abandonar sus raíces y sumergirse en sonidos insospechados en el periodo de apenas tres años.

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Nos encontramos con un disco que suena a pop-rock por primera vez en su carrera, con unas melodías menos potentes y unas canciones de muy poca duración. Ciertamente pillaría un poco desprevenidos a sus fans de siempre, pero por el contrario lograría acercar su música a un público más amplio.

Como puede apreciarse en “The Flame”, primer sencillo y canción que da título al álbum, algo había cambiado en la forma de hacer música de Dover, empezando por unos arreglos más cercanos al pop y un sonido menos intenso.

Algunas de las canciones del disco mantienen cierta esencia rockera y si bien sus guitarras suenan con menos fuerza todavía puede reconocerse su estilo habitual. Sin embargo, hay otras que abrazan el pop más comercial.

La canción “Honest” evidencia bien a las claras el nuevo rumbo que estaban tomando los acontecimientos. De un sonido rockero cercano en ocasiones al heavy metal de sus anteriores trabajos estaban pasando a unas melodías menos duras e intensas. Lo cierto es que este tema, que posiblemente sea el más plácido del disco, sería también el de más éxito.

Aunque su evolución resultaba palpable y evidente, no podían abandonar definitivamente toda su esencia y su manera de hacer música durante tantos años, por lo que el ramalazo rockero a toda intensidad todavía se mantenía en algunas de sus canciones.

El tema en el que más se aprecia el sonido de siempre es “Die for Rock ‘N’ Roll” y la verdad es que el título no se si es una especie de declaración de intenciones …

Así pues, nos encontramos ante un disco de contrastes. Por una parte ciertos temas siguen teniendo su sello de siempre. Por otra nos encontramos algunas baladas más suaves que de costumbre. Por último, el abrazo al pop es más que evidente.

Este abrazo se realiza con mucha fuerza en una de las canciones que, curiosamente, más aceptación tuvieron entre el público. “Mi Sombrero” puede considerarse como la composición más pop de su trayectoria … hasta ese instante. Por cierto, a pesar del título seguían cantando en inglés.

Lo cierto es que los cambios que experimentaría el grupo no serían únicamente de sonido y estilo, sino que también iban a afectar a su composición, ya que las diferencias con uno de sus integrantes por parte de los otros tres miembros iban a terminar de manera traumática.

Álvaro Díez siempre había sido el miembro del grupo más alejado de sus tres compañeros. De hecho, cuando crearon su propio sello discográfico él fue excluido y no formó parte del mismo. Desde ese instante su relación fue meramente profesional y bastante distante.

La gota que colmaría el vaso sería esta suavización en su estilo, algo con lo que no estaba de acuerdo, por lo que su salida del grupo sería inevitable, produciéndose su expulsión en plena gira de promoción de “The Flame”, siendo sustituido inmediatamente por Samuel Titos, un viejo conocido del resto de los componentes de la banda, puesto que ya formó parte de ella en sus primeros tiempos.

Tras un breve periodo de reflexión provocado por los últimos acontecimientos, el grupo decidiría dar un cambio radical a su música. No se trataba de seguir evolucionando como habían hecho con su último trabajo, sino que prácticamente iban a convertirse en una banda totalmente distinta, en un nuevo grupo. Una jugada muy arriesgada pero que les saldría a pedir de boca.

Así pues, el año 2006 sería una auténtica revolución para Dover con la publicación de “Follow The City Lights”, un disco que no dejaría indiferente absolutamente a nadie y que supondría un trasiego total de sus fans, dejándose a bastantes por el camino y ganándose el favor de otros muchos.

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Hay que reconocer que el nuevo estilo pillaría a todo el mundo con el pie cambiado y produciría un dogma de fe dentro de sus habituales seguidores, muchos de los cuales dejarían de serlo indignados por ese abandono del rock que tan grandes les había hecho. En contraposición, mucha gente que no bebía los vientos por ellos se convertirían en incondicionales a partir de ese instante.

Las guitarras perderían mucho protagonismo, de hecho Cristina dejaría de tocarla, y los arreglos pasarían a ser de música electrónica, por lo que su estilo pasaría del rock rotundo a la música hecha única y exclusivamente para bailar. Y podemos dar fe de que pusieron a bailar a casi toda España.

La carta de presentación de este disco sería “Let Me Out”, una canción bailable a más no poder, en la que la guitarra de Amparo y el bajo de Titos suenan más enlatados que nunca y que les llevaría al número uno de las listas de nuestro país de manera inmediata y duradera.

Como puede apreciarse en el videoclip, los cambios producidos en el grupo no sería únicamente musicales, sino que también de imagen. El cuero negro, la chaqueta y pantalones vaqueros, daban paso a vestidos más glamurosos y a una Cristina con nuevo look y una figura más estilizada de la que había presentado hasta la fecha. Realmente la afirmación de que se habían convertido en un grupo totalmente nuevo no se alejaba lo más mínimo de la realidad.

“Let Me Out” sonaría una y otra vez en las emisoras de radio, su videoclip sería emitido continuamente por las cadenas de televisión y se convertiría en una de las canciones del año. Estábamos ante el éxito más rotundo de la carrera de Dover y lo lograban con un sonido alejadísimo del rock que siempre les había caracterizado.

El éxito cosechado por esta primera incursión en el mundo de la música electrónica se repetiría prácticamente paso por paso con el siguiente sencillo en aparecer. “Do Ya” correría la misma suerte y se auparía el número uno de las listas nada más ser publicado.

Todo eran cambios en su nueva etapa, pero lo que no cambiaba eran sus ventas, que se verían incluso incrementadas con respecto a su anterior disco. Sus seguidores más puristas les darían la espalda muy decepcionados, pero el número de nuevos fans superaba con creces al de los que se bajaban del carro. Al fin de cuentas, el cambio había merecido la pena.

Además, el cuidado de su nueva imagen era bastante evidente, algo que mostraban en cada uno de sus videoclips. Más colorido y sobre todo baile, mucho baile, como el que proporcionaría otra de las canciones estrella como es “Keep On Moving”.

Los cambios afectarían todavía más a lo realizado hasta ese momento. Dover nunca se había prodigado en exceso en el mundo de las baladas y en las contadas ocasiones en la que lo habían intentado siempre nos habían ofrecido canciones muy intensas. Hasta eso iba a cambiar de algún modo. La canción con la que se cierra el disco es sin duda alguna la más rompedora de todas, la más independiente de las que lo conforman.

Y lo es por ser la única balada incluida en el disco y por ser la que más se aleja de los arreglos electrónicos y bailables, ya que en esta ocasión los únicos instrumentos que acompañan a la voz de Cristina son las guitarras, aunque en un tono muy suave. Por cierto, el título de esta canción es “Shine On Me”.

Como consecuencia de su evolución, sus actuaciones en directo sufrirían también bastantes cambios. Para empezar Cristina dejaría de lado su estatismo y su manera de tocar la guitarra para dedicarse simplemente a cantar y marcarse sus bailes que se harían bastante populares. Por otra parte, adaptarían su habitual repertorio, es decir, sus canciones de siempre, a su nueva manera de hacer música, por lo que sus grandes clásicos serían interpretados con sus correspondientes arreglos electrónicos.

En esta misma línea, a finales del año 2007 saldría al mercado un disco doble titulado simplemente “2”, el cual comprendería todos sus grandes éxitos de siempre pero adaptados al formato electrónico, dándole una nueva vuelta de tuerca a su estilo nuevo y ¿definitivo? En breve lo veremos.

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Como suele suceder en estos casos, a las nuevas versiones de sus temas más representativos se incorporaría una canción inédita, titulada “Soldier”, que como no podía ser de otra manera llevaba consigo el nuevo estilo.

El éxito del disco fue tan sorprendente como el radical cambio de estilo e imagen que habían experimentado, por lo que en esta ocasión abordarían la gira más larga de toda su carrera con grandes llenos en cada una de sus actuaciones. Lo que no habían conseguido en muchos años haciendo rock auténtico y genuino lo conseguían ahora con música para bailar. Cosas de la música del siglo XXI.

Con estas premisas, no publicarían un nuevo trabajo hasta que se apagaron definitivamente los ecos del éxito de “Follow the City Lights”, momento que no llegaría hasta el año 2010. Lo malo es que en esta ocasión se les iría la mano con su evolución e innovación.

El título de disco sería “I Ka Kené” y en esta oportunidad no solamente seguirían con un estilo alejado del rock sino que irían más allá con melodías fusionadas con música africana y canciones interpretadas además de en el inglés habitual en francés y en algún dialecto africano. Lo dicho, se les fue la mano.

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Durante los meses previos a la aparición del disco ya habían anunciado que iban a sorprender de nuevo a todos sus fans. Habían emprendido claramente un camino hacia la reinvención constante que si bien les había salido a la perfección con su primer intento, en esta oportunidad las cosas iban a ser muy distintas.

Unas semanas antes de su aparición en el mercado se publicaría el primer sencillo como adelanto y, efectivamente, la sorpresa del mundo musical fue total y absoluta. “Dannayá” muestra un nuevo estilo con Cristina cantando en un dialecto africano y si bien la canción tiene un ritmo bastante pegadizo, la crítica califica los nuevos cambios como una broma pesada.

La acogida de este tema fue un tanto irregular. Por un lado tendría cierta aceptación dada la expectación que había levantado con los constantes anuncios del nuevo sonido por parte del grupo y por el tiempo que había transcurrido desde su anterior trabajo, pero lo cierto es que la fusión con música africana no tendría la acogida que ellos habían esperado. En esta ocasión habían tocado hueso.

El disco en sí marcha de manera trepidante, con canciones cortas que apenas rebasan los tres minutos y mucho ritmo, pero el descuadre de sus seguidores sería bastante grande. Podría decirse que con este trabajo habían iniciado el principio del fin. Lo malo es que ellos no lo sabían todavía.

Por si fuera poco el despropósito, también se les iría la mano en las tareas de márketing. Antes de la aparición del nuevo álbum, se les ocurriría publicar un nuevo sencillo que únicamente podría adquirirse a través de su página web. Se trata de “Le Response Divine”, una canción interpretada por Cristina en francés y que se convertiría en un estrepitoso fracaso, su primer y más estrepitoso fracaso.

Una vez que el álbum salió al mercado, sus ventas fueron bastante mediocres y según fueron transcurriendo las semanas sus números irían descendiendo considerablemente. Si con el cambio de estilo experimentado con su anterior disco se dejaron un elevado porcentaje de sus seguidores habituales por el camino, con “I Ka Kené” perderían prácticamente a la totalidad de sus antiguos seguidores con el agravante de perder también a muchos de los que se subieron al carro con su giro hacia la música electrónica.

Ni con la aparición del segundo sencillo remontarían el vuelo. La aceptación que tendría “Under Your Spell” sería bastante menor que la de “Dannayá”, pese a sus esfuerzos por promocionarlo debidamente.

El fracaso fue tan estrepitoso y la aceptación de sus nuevas canciones tan baja, que la gira de presentación del disco sería muy breve con muy pocos conciertos. El rechazo por parte del público fue tan grande que ya ni sus éxitos de siempre lograban atraer como antes a sus seguidores a sus actuaciones en vivo.

Tras este batacazo pasarían varios años sin tener noticias del grupo. Su actividad se había visto reducida de manera bastante drástica y hasta el año 2012 no volverían a meterse en el estudio de grabación.

Y lo harían para publicar un sencillo, titulado “What Goes Around Comes Around”, que da la impresión que fue compuesto para tantear de alguna manera al público y averiguar si se mostraba receptivo a un nuevo álbum. Lo cierto es que su aceptación fue bastante escasa y por el tiempo en que tardarían en volver a grabar un larga duración da la impresión de que ellos mimos percibieron que quizás no era todavía el momento.

Con motivo del 20 aniversario de la formación del grupo en el año 2013, Dover se embarcaría en una serie de conciertos conmemorativos que tendrían una grandísima aceptación. El motivo es este cambio tan radical por parte del público sería que en esos conciertos interpretarían única y exclusivamente sus temas de siempre y a la manera de siempre: a golpe de guitarra y puro rock & roll.

La gira conmemorativa se alargaría por un periodo de dos años habida cuenta del éxito que cosecharían con ella y le daría unas pistas claras sobre el camino a seguir. Por un momento llegó a parecer que habían decidido abandonar, pero todavía tenían una bala en la recámara en forma de un nuevo disco que les llevaría a retornar a la senda del rock que nunca debieron abandonar.

Así pues, en el año 2015 llegan las buenas noticias para sus antiguos seguidores, esos que se fueron quedando por el camino, con la publicación de un nuevo trabajo con el regreso al rock que llevaría el título de “Complications”.

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Lo cierto es que el público ya estaba advertido de la vuelta a sus raíces, ya que al dato de que en sus últimos conciertos habían vuelto a sonar con la potencia de antaño, había que añadir que unos meses atrás antes de la publicación de este disco ya empezaron a tocar con toda intensidad la canción que iba a abrir el mismo.

Ese adelanto no es otro que “Too Late”, primer sencillo del disco y una auténtica declaración de intenciones acerca de su “nuevo” sonido.

La vuelta a la normalidad en cuanto a estilo les daría un pequeño respiro y si bien las ventas del disco siguieron siendo discretas, sí que aumentarían con respecto al desastroso “I Ka Kené”. De cualquier forma recuperar a todos los seguidores que perdieron era tarea imposible, aunque su gira promocional cosechara bastante buenos resultados.

Todavía se publicaría un segundo sencillo, aunque “Sisters Of Mercy”, que a mí me parece la mejor canción de todo el disco, pasaría bastante desapercibida. Una lástima porque ésta iba a ser la última publicación de Dover.

Los últimos bandazos que el grupo había dado en cuanto estilo, la distinta manera de ver la música de sus miembros y la paulatina pérdida de protagonismo dentro del panorama musical nacional e internacional auguraban un futuro un tanto incierto. La incógnita no iba a tardar mucho en ser despejada.

En el año 2016 comunicarían la disolución del grupo tras lo cual Cristina se ha apartado totalmente del mundo de la música y su hermana Amparo, junto a Jesús Antúnez ha formado una nueva banda, de nombre “New Day” en la que ella hace ahora las funciones de vocalista, aunque con un éxito bastante escaso.

Hasta aquí pues llega el recorrido de una banda que en sus comienzos tuvo la vitola de auténtica y genuina, llevando al rock español a unos límites a los que hacía tiempo que no se llegaba, para introducirse posteriormente en un proceso de autodestrucción con el cambio hacia un estilo que realmente no iba con ellos. Cada artista, cada banda está concebida para hacer lo que mejor sabe. Cualquier experimento demasiado extremo siempre está condenado al fracaso.

Hasta la próxima, Graminoleños

JUAN JOSÉ GOMARIZ


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