Dulces, kolači & Croacia 2016

¡Bok! ¡Hola!

¡Voy a inaugurar sección en el blog! se titula Viajes & Dulces (no es que yo viaje mucho jejeje). En esta categoría quiero compartir con vosotros mis dulces experiencias en los rincones más golosos. Comenzaré con nuestra deliciosa escapada a Croacia, país inventor de las corbatas🙂

En esta ocasión nos fuimos de boda, y claro, había que aprovechar para hacer un poco de turismo…

Empezamos nuestro viaje cogiendo el bus 1A (cuesta 10 kunas, sobre 1,30 euros, el ticket se puede coger en el bus o puedes comprar bonos en un kiosco y te sale más barato, los niños no pagan hasta los 7 años) a la ciudad de Rijeka, centro industrial, ciudad universitaria con corazón dulce. El alma de esta ciudad es el paseo del Korzo, calle peatonal donde se ubican las principales tiendas, cafeterías y pastelerías. Salpicada de terrazas y fachadas de edificio de cuento.

Comimos en el Placa 51, un restaurante croata en el puerto, recomendado por la guía de Rijeka, donde la comida estaba increíblemente rica y era bastante económica, los postres simplemente espectaculares. El servicio muy atento y encantador, de hecho a los niños les trajeron unos cubiertos de ranitas🙂

De postre pedimos para compartir una variedad de tartas del día y un Fudge con helado y salsa de chocolate blanco ¡jako fino!🙂

De paseo por la calle del Korzo, me compré un libro de repostería tradicional croata. La dependienta de la librería fue muy atenta y servicial. Compré lo que estaba buscando. Próximamente os enseñaré recetas de estos deliciosos dulces😉

Uno de los puntos golosos de esta bulliciosa calle del Korzo, es la bombonería Kras. Venden una gran variedad de chocolates y dulces de su propia marca (también se pueden comprar en supermercados) y por supuesto todo delicioso… Compré una tableta de chocolate y naranja (esta combinación de sabores siempre me ha resultado deliciosa), otra tableta rellena de leche y unas galletas de barquillo y chocolate.

Otra de las paradas obligatorias de nuestra guía dulce es el Choco Bar Bonbonnière Kras, es una cafetería de la misma marca de chocolates antes mencionados que está ubicada también en la colorida calle del Korzo. ¡Qué bien sienta sentarse en la terraza tomando un cappuccino y un trozo de tarta de chocolate y cereza!

Y la última parada en esta calle con encanto ha sido en la panadería Mlinar, franquicia croata con tiendas por todo el país y también en Eslovenia, Hungría y Alemania. Mateo se comió un pastel con base de hojaldre, mousse de vainilla y gelatina de cereza y compramos un dulce típico de Croacia para deleitarnos en casa, Makovnjača, que me recordaba al sabor de los bollitos suecos de canela.

Dejamos Rijeka para disfrutar de la ciudad de Opatija, está situada en la península de Istria, en la bahía de Kvarner. Este pequeño municipio es el centro turístico de Croacia (me recuerda a Sanxenxo pero con arquitectura austriaca). La nobleza del imperio austro húngaro lo usaba de residencia de verano y hoy en día conserva el esplendor de su arquitectura (de hecho uno de sus hoteles, el Grand Hotel Kvarner es el más antiguo de la costa adriática).

De cena en Opatija nos fuimos a la taverna de Istranka, restaurante de comida típica croata que obtuvo el certificado de excelencia de la página de Tripadvisor. La comida muy rica, pero la tarta casera de chocolate estaba realmente deliciosa, al igual que el trato del servicio que fue sobresaliente.

Llega por fin el motivo de nuestro viaje, la boda🙂 que se celebró en el Hotel Draga Di Lovrana. Todo fue espectacular, desde la comida, el entorno, la profesionalidad del servicio y la boda… fue una de esas celebraciones súper románticas con clase, casi mágicas, de las que te entran ganas de casarte jejeje. Sirvieron una tarta de cremoso chocolate puro como guinda final de la velada, muy acorde con la celebración, porque esa tarta era amor comestible. El pastel al igual que los postres de la mesa dulce eran de Chocoworld, un atelier de chocolates caseros del hotel Continental en Opatija.

Este ha sido mi primer viaje a Croacia y me ha sabido a poco, así que me gustaría volver algún año para seguir disfrutando de su gastronomía, de su gente, de sus playas… ¿qué más os puedo decir? que me he sentido como en casa…😉

Graciñas, Gracias & Puno hvala!!