El encanto de un edificio construido en 1920 se percibe perfectamente en este moderno dúplex nórdico. De planta semi-diáfana presenta una decoración sencilla y fresca, pero elegante al mismo tiempo. Los techos y muros inclinados apoyados sobre gruesas vigas de estructura de madera, están provistos de ventanas que permiten el paso de luz natural.
La cocina y el salón comedor están situados en la primera planta junto a dos amplios dormitorios, un baño completo y un aseo. El piso superior, conectado al inferior por una bonita escalera de tramo en madera y metal, es utilizado como zona de trabajo con terraza y dispone de un dormitorio extra.
El mobiliario es básico y funcional y se limita casi todo a piezas de Ikea con pocos detalles personales. (La vivienda se presiente demasiado recogida, es posible que se hayan eliminado muchos objetos por estar en venta). Yo veo muchas posibilidades ¿vosotros? ¡feliz miércoles!
Vía: Bolaget