Ébola en España, una negligencia anunciada

Cada vez más personas piensan que los ministerios, consejerías y concejalías deberían estar ocupados por profesionales con experiencia en cada una de las temáticas correspondientes. De esa forma podrían aportar su visión objetiva a la hora de ofrecer soluciones a las diferentes problemáticas. Así el Ministerio de Sanidad en estos momentos en lugar de por Ana Mato estaría dirigido por una médico, enfermera o cualquier otra profesional de la salud. ¿Habría evitado esto el contagio del ébola en España?

Ana Mato, ministra de Sanidad

Qué ha pasado
Una auxiliar de enfermería, no una enfermera, que atendió al cura católico, Manuel García Viejo, se ha contagiado con el virus mortal del ébola. Esto ha sucedido como consecuencia de que las autoridades políticas, el Gobierno de España y la Comunidad de Madrid, no tomasen las medidas de seguridad necesarias.
La profesional sanitaria cogió sus vacaciones el día después del fallecimiento del religioso, avisando cinco días más tarde al Hospital de Alcorcón de que tenía fiebre. Pero los protocolos de seguridad ideados por el ministerio de Ana Mato, consideraron que no había riesgo de contagio. Ha sido la propia mujer, tras mucho insistir y seis días con fiebre, la que ha conseguido que le realizaran las pruebas correspondientes que confirmaron la infección.
Cómo ha pasado
Es cuanto menos discutible que desde el Gobierno se decidiera repatriar a España a dos curas católicos contagiados con ébola, introduciendo la enfermedad dentro de nuestras fronteras. Es discutible porque la forma de actuar del Partido Popular no pasa por ayudar al resto de nuestros compatriotas alrededores del mundo, como se ha demostrado hace algunas semanas en el caso del espeleólogo atrapado en Perú, y al que Mariano Rajoy negó cualquier tipo de ayuda.
Parece entonces que la decisión ha tenido un trasfondo más doctrinal, de la Iglesia sobre el Gobierno, que de sensatez o norma de actuación. No obstante en nuestro país no estábamos lo suficientemente preparados para recibir a pacientes con este virus mortal, por muy españoles que sean. Los profesionales sanitarios lo anunciaron en su momento, y de la improvisación por salvar a los religiosos, ahora el ébola puede haber infectado a otros ciudadanos.

¿Fueron suficientes los protocolos de seguridad sanitaria?

Qué pasará
Sobre el futuro de la mujer contagiada poco se puede prever, la mortalidad del ébola en África es del 51% y de momento no existe un medicamento fiable para combatirlo. En otros países se están realizando tratamientos experimentales, pero en este tipo de casos el poder económico de las farmacéuticas está por encima de la vida de las personas. 
El resto de sus familiares directos están empezando a ser aislados por si hubiesen sido contagiados también por el virus. Pero sobre todo está empezando a notarse cierta histeria colectiva, que podría ir en aumento en caso de que se confirmaran otros casos. Se sabe que la mujer residía en Alcorcón, pero su capacidad de movimiento a lo largo del país, o de otras personas contagiadas, es tan poco controlable que el futuro inmediato es una incógnita.
La responsabilidad
Una médico sabría que el actual sistema de sanidad vapuleado por el Gobieno del PP en sus infinitos intentos de privatización, no está preparado para tratar a personas con el virus del ébola. O al menos para que sea el propio ejecutivo de Rajoy quien introduzca la enfermedad en España.
Estamos en una época de repensar, de cambiar la cosas y de renovar una política que se sostiene con pocos hilos. No me acaba de quedar claro que la primera línea política tenga que ser ocupada por personal técnico, porque podría llegar a desvirtuar la aplicación ideológica de los partidos políticos. Pero desde luego que cada ministerio, consejería o concejalía debe estar apoyada por una serie de asesores o funcionarios especialistas en dicha materia (y no dudo que eso ya suceda en algunos casos).
Ahora bien, si un Gobierno introduce un virus mortal en España, ¿de quién es la responsabilidad de que mueran personas? De Ana Mato y Mariano Rajoy