Economía y Humanismo: polos opuestos

En este principio de curso 2013-14 estamos viendo en las noticias cómo multitud de familias no tienen dinero ni ayudas para comprar los libros de texto de sus hijos y mucho menos para material escolar en general. 
Nos encontramos en un sistema donde se priorizan otras cosas como la economía en vez de la educación y principalmente el ser humano. En este artículo trataré a explicar lo que, a mi juicio, vivimos hoy en día con nuestros gobernantes en materia educativa.
"Los recortes dejan a 578.000 niños sin ayudas para los libros de texto"
Este es el titular de la noticia que más impresión me ha producido en el día de hoy. Me pregunto cómo es posible que un presupuesto de un estado sea capaz de dejar a esa cantidad de niños sin educación, porque eso es dejarlos ni más ni menos que de la mano de Dios.
En la antigüedad esa decisión sería tomada como una locura ya que la educación era una prioridad y no un gasto que es como lo ven algunos ahora. En la educación antigua se estudiaban las artes liberales (literatura, filosofía e historia), cuyo concepto de esa época no es sino las artes que hacían a los hombres libres. 

El filósofo griego Protágoras escribió que "el ser humano es la medida de todas las cosas". La filantropía (amor al ser humano), la humanitas o humanismo es el concepto absoluto sobre el que los antiguos griegos tenían sobre el mundo, cuyo centro no era la religión ni la política, sino el hombre, el ser humano. 
Contra este tipo de estudios han ido todas las reformas educativas desde los años 70. Estos estudios se han ido perdiendo en beneficio de la economía.
La educación se está deshumanizando por las continuas reformas educativas. Estas reformas se suceden primero por imposición del partido gobernante en cada momento, y segundo porque la educación se ha concebido siempre como un enfermo de cáncer al que hay que aplicar una quimioterapia agresiva. En la medida que las humanidades se destierran de los planes de estudios, el sistema se deshumaniza. 
El concepto de educación ideal desde el punto de vista humanístico sería una educación entendida para que cada individuo pudiera ser capaz de desarrollar sus capacidades, destacando su capacidad crítica. Esto está muy lejos de las preocupaciones de los planes educativos actuales y futuros.
La educación nunca ha sido idílica ya que nunca ha interesado a ningún gobierno en la historia una educación en la que los alumnos tengan espíritu crítico y sean ciudadanos libres de verdad.