Revista Homo

Ecuador. Pareja transexual inscribe a su hijo.

Por Arturolodetti @latitudgay

Cinco meses después del nacimiento del bebé nacido de una pareja transexual en Ecuador, Diane y Fernando inscriben de mutuo acuerdo a su hijo en el Registro Civil anteponiendo el apellido materno al paterno.

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«Él es el padre, pero es mujer. Y ella es la madre, pero es hombre», se escuchaba entre los curiosos congregados refiriéndose a Diane Rodríguez y Fernando Machado, de 34 y 23 años de edad, respectivamente, ecuatoriana ella, venezolano él, quienes compartían públicamente el nacimiento de su bebé, al que este martes, 18 de octubre, inscriben en el Registro Civil de Guayaquil. Habiendo sido el primer bebé nacido de una pareja transexual en Ecuador, también ha sido el primero al que han alternado el orden habitual de los apellidos de sus progenitores, siguiendo a su nombre primero el materno y después el paterno, y quedando inscrito como Sununu Machado Rodríguez, precedido de un nombre que «significa amor y es en una lengua eslava, que no voy a decir por privacidad» para el niño, aclaraba Fernando, mientras que Diane explica que Sununu procede de «una lengua guaraní y significa revolución».

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«Hemos decidido inscribir a nuestro hijo utilizando la nueva Ley del Registro Civil. El artículo 37 que permite la principalización del apellido del padre o de la madre. Hemos llegado a un consenso y decidimos que el apellido de Fernando vaya primero, porque fue él quien llevó el proceso de gestación», declara Diane, presidenta de la Federación Ecuatoriana de Organizaciones de gays, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales y madre del bebé, que, sin embargo no es la madre biológica, como sí lo es Fernando, quien ha gestado y dado a luz al bebé de la pareja, aunque legalmente figuran todavía con sus géneros biológicos. El artículo 37 de la Ley orgánica de Gestión de Identidad y Datos Civiles del Registro Civil indica que los apellidos de la inscripción de nacimiento será el primero del padre y el primero de la madre, pero en el orden en que ambos progenitores decidan de mutuo acuerdo.

«Es un proceso de reivindicación. Históricamente, el sistema patriarcal excluye a quienes gestan, me refiero a mujeres y, en el caso de él, a ‘hembros’ (…). Esperamos que más familias también lo puedan hacer y no sólo nosotros, como familia diversa», añade Diane, activista incluida en la lista de precandidatos a la Asamblea Nacional por Alianza PAÍS, quien también forma parte de los grupos LGTB que han impulsado el cambio de género en el documento de identificación y el certificado de parejas de hecho. Diane ha anunciado que si consigue hueco en la papeleta electoral, continuará reivindicando los derechos para las familias diversas, como la suya, la adopción entre parejas del mismo sexo y el matrimonio igualitario.

«La finalidad es sensibilizar a los ecuatorianos. La discriminación a las familias diversas no sólo es la génesis del bullying contra los LGBTI (…). La nueva ley del Registro Civil nos permite optar por la principalización del apellido, una lucha que llevó años al movimiento feminista y a las organizaciones LGBTI», declaran desde Silueta X, asociación de la que también es presidenta Diane Rodríguez. En esta misma línea se pronuncia Margarita Carranco, Secretaria de Inclusión social de Quito, al decir que «al margen de ser trans masculino y trans femenino es un derecho de los dos tener a su propio hijo, y el tema del apellido es intrascendente en la medida de que primero está el tema emocional y afectivo de que tiene a un padre y a una madre que lo van a criar, que lo van a formar. Las creencias o los tabúes que hay de que el hijo o los hijos que nacen de una pareja gay o una pareja transexual puede tener una influencia para transformarse como ellos, eso es falso».

Como era de suponer, no todos han recibido la noticia con el mismo talante, Rómulo Aguilar, rector de la Catedral Metropolitana de Guayaquil, asegura que «igual que el aborto, no se piensa en el niño». En la misma línea se manifestaba el pastor Nelson Zavala, quien piensa que «lo único que van a generar es una confusión a esa criatura, porque hoy el que se hace pasar por madre, realmente es el padre, y quien se hace pasar por padre, es la madre, tremenda confusión». Una confusión compartida con algunas activistas, como Pamela Troya, quien no ve ningún avance jurídico en la decisión de Diane y Fernando: «Para la consecución jurídica de derechos, lo que ha hecho Diane (…) no aporta en lo absoluto en la lucha GLBTI, porque en cuestiones biológicas y jurídicas no hay nada más que un hombre y una mujer que hacen lo que otros hacen en nuestra sociedad (…). Diane y Fernando son un hombre y una mujer, una familia heterosexual, pueden gozar de los mismos derechos que una pareja heterosexual, y por eso pudieron tener un hijo; inclusive, no solo pueden unirse de hecho, sino que también pueden casarse, cosa que las personas homosexuales no podemos hacer (…). Genera, a mi juicio, confusión, porque la gente no entendió cómo es que Diane tuvo un hijo biológico con Fernando».

Fuente: noticias.universogay.com


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