Revista Cultura y Ocio

Edición singular de La Puerta Oscura - Artículos - Edición singular

Por Eltiramilla

Edición singular de La Puerta Oscura -  Artículos - Edición singularCon esta nueva sección esperamos poder hacer las delicias de los más detallistas, aquellos que se fijan desde en el tipo de letra de un libro hasta en el cordel para separar sus preciosas páginas, pasando por la cubierta y las ilustraciones. La elegida para esta magna inauguración ha sido la exitosa trilogía La puerta oscura, de David Lozano Garbala, cuya lectura es un terrorífico placer. Así, hoy toca hablar de esa cuidada edición que ha llevado a cabo SM.

Para empezar, estos tomos realizados en tapa dura o cartoné llaman poderosamente la atención por su aire siniestro, con figuras en relieve muy relacionadas entre sí. En El Viajero (primera parte) unos esqueletos sonrientes parecen sumergirse en una siniestra danza, mientras que en El Mal (segunda parte) fantasmagóricas y sinuosas cabezas que levitan no dejan de observarnos, todo lo contrario que en Réquiem (tercera y última parte), donde varios personajes encapuchados transitan entre velas y corcheas. Las sobrecubiertas presentan las mismas figuras, pero con colores opuestos que complementan la estética elegida. En la parte superior de cada una de las portadas se encuadran  el título de la trilogía y del libro de turno, así como el nombre del autor en marcos de bordes irregulares, hecho que se repite en el lomo. En las contraportadas aparece el argumento en mayúsculas junto a una última frase significativa en letras más grandes para poner al lector en situación sin llegar a revelar casi nada.

Pero en sus hojas nos aguarda alguna sorpresa más, y no me refiero sólo al camino recorrido por Pascal, Dominique y demás personajes, sino a unos cordeles para marcar la página. Los extremos inferiores de éstos se encuentran atados a unas preciosas ilustraciones (una llave o figuras abstractas) contenidas en rectángulos acartonados, algo realmente curioso. Además, los mismos dibujos que se observan en la parte exterior podemos encontrarlos prácticamente en cada página de esta trilogía, ya sea enmarcando las primeras hojas, acompañando a los títulos de cada capítulo o como separadores de cada escena. Tanto en el primer como el último par de páginas podemos ver una estampa parisina levemente difuminada tomada desde lo alto de la catedral de Notre-Dame, allí donde el jorobado tenía sus dominios.

Por todo ello, la edición de La puerta oscura es uno de los mejores ejemplos de cómo el envoltorio puede resultar igual de atractivo que aquello que contiene en su interior, un auténtico regalo. No dejes de regodearte con estas imágenes tan especiales, tiramillote, merece la pena.


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