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Edita tus textos en 5 pasos

Por Lorena White @lorenagwhite

A lo largo del tiempo que llevo escribiendo, he aprendido algunas cosas como el poco caso que hay que hacerle a nuestro editor interior mientras estamos trabajando, algunos truquitos para perderle el miedo a la página en blanco o que la organización y la planificación son dos de las mejores armas con las que puede contar alguien que se dedique a escribir.

Además de estas cosas, conozco la importancia que tiene presentar un texto bien editado a los demás, repasar bien un post antes y después de publicarlo y ser cuidadoso a la hora de utilizar las palabras o repasar la ortografía. Eso sí, la edición de los textos siempre me ha parecido lo más aburrido, lo que más tiempo lleva y lo que más cuesta (¡incluso más que escribir!). Es por eso que poco a poco, he ido adquiriendo técnicas de corrección y edición con las que conseguir, por un lado, que la tarea se me haga más amena y, por el otro, editar de forma productiva sin sentir que pierdo años de mi vida con cada párrafo.

5pasospara

Hoy te traigo un plan de 5 pasos para editar tus textos que, si eres de los míos, y editar también te aburre y te da la sensación de que estás perdiendo muchísimo tiempo, quizá te sean de utilidad :)

1. Imprimir o no imprimir, esa es la cuestión:

Editando, suelo trabajar muy bien sobre el papel, pero también soy consciente que escribiendo una media de tres artículos y una newsletter a la semana, podría acabar con medio amazonas si imprimiera todo lo que escribo. Así que me reservo la impresión para los trabajos más largos, y para el resto, trabajo sobre la pantalla. Eso sí, las entradas del blog, por ejemplo, me gusta poder visualizarlas, organizarlas y escribirlas en un Word, más que en el editor de textos de WordPress, que sólo utilizo para dar formato al texto, añadir las imágenes y publicar el post.

2. Pon un poco de distancia entre tu texto y tú:

Lo principal para corregir bien un texto es ser objetivo. Puede que a ti te parezca que ésa última frase es brillante, pero puede que al resto del mundo le parezca apestosa. Deja pasar un tiempo desde que escribes hasta que te pones con la labor de la edición, para tratar de leerlo con cierta distancia. Para este tiempo, haz cosas no relacionadas con la escritura como deporte, ver un aserie, merendar, ir a tomar algo con algún amigo… Sobre todo cosas que te hagan olvidarte de tu texto (al menos por un par de días).

3. Divide el texto en diferentes partes (sobre todo si es muy largo):

Para no volverte loco mientras editas, lo mejor es que, si el texto es muy largo, lo dividas en diferentes partes y de dediques a cada una de ellas con descansos de por medio, que te hagan más amena tu labor. Respira hondo, llega el trabajo duro. Ármate con tu boli rojo (o con el color rojo de textos en el ordenador) y vamos a editar tu texto:

4. Elementos a evitar:

Un texto bien estructurado, dinámico y que no aburra hasta a las cortinas, necesita evitar ciertas cosas para ser, además de correcto, entretenido y agradable de leer. Aquí te dejo el TOP 5 de los elementos a evitar en un texto de 10:

  • Palabras repetidas: las palabras repetidas hacen que un texto parezca pobre de vocabulario. Escribe siempre con un diccionario de sinónimos al lado que te ayude a ampliarlo o, simplemente, elimina las palabras que sobren.
  • Párrafos largos: los lectores (sobre todo de un blog) suelen huir de los párrafos extremadamente largos. Ya es un poco incómodo tener que leer en una pantalla, como para que encima tu texto no tenga ni siquiera, un pequeño espacio en blanco para respirar. Usa párrafos cortos y no te enrolles más de la cuenta: hay que ser preciso.
  • Frases interminables: intenta reducir las frases que utilices a su mínima expresión. Muchas veces, solemos escribir frases demasiado largas (¡y a veces sin ninguna coma!), que hacen que el texto sea tedioso de leer (y asfixiante). Se puede decir lo mismo con menos palabras y de forma mucho más concreta. Recuerda las enseñanzas del cole: sujeto, verbo, objeto. Un sujeto claro, un verbo fuerte y un objeto bien definido y poderoso, son la clave para una frase fetén. Y por favor, utiliza comas, que son gratis.
  • Exceso de adjetivos y adverbios: a veces nos creemos que por utilizar más palabras que describan o sitúen al lector en un contexto determinado, nuestro texto va a quedar más claro que si no lo hiciéramos. Pero la paja es la paja y en la inmensa mayoría de las veces, estorba. Repasa cuidadosamente tus textos y olvídate de describir el cielo como azul, celeste, claro y despejado en la misma frase; de la misma forma que tienes que evitar repetir adverbios constantemente (absolutamente, suficientemente, regularmente, excesivamente, enormemente, rápidamente…).
  • Ortografía: y aunque resulte una obviedad tengo que pedirte que no le des patadas a nuestro pobre Diccionario, que ya bastante tiene con que se admita cocreta entre sus páginas.

5. Imagina cómo va a percibirlo tu audiencia:

Tienes que conocer al público al que va dirigido tu texto y tener la empatía suficiente como para ponerte en su piel y pensar cómo va a reaccionar ante este texto. Quizá, cuando leas tu texto con la mentalidad de un lector, encuentres cosas que cambiar como frases larguísimas que no se entienden, párrafos en los que das vueltas a una misma idea, pero de formas diferentes… Consigue que tu texto enganche a través de un lenguaje claro y sencillo, una estructura coherente y una buena ortografía.

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