Edith. si miras atrás te conviertes en sal

No tengo que decirles de dónde viene la expresión. La biblia es un infinito universo de alegorías de vida y muerte. Nunca vuelvas la mirada atrás. Lo que se va, se fue. No hay remedio. No te conviertas en un zombie de recuerdos perdidos. Si has de marchar, no mires atrás, es más doloroso. Cómete una hamburguesa y camina. Y si te lo dicen los arcángeles de la destrucción, ni más palabras. Quien miró atrás se convirtió en sal, pero nadie sabe lo que vio para ello. Tal vez es mejor terminar como una estatua de sal a descubrir que eran naves extraterrestes las que se debatían en el cielo y devastaban la ciudad de Sodoma. Por ejemplo. O un rayo divino. Vayan haciendo conexiones con la actualidad. Habría países que destruirían hoy mismo si pudieran cualquier ciudad semejante. Jamás superaremos la lección de la ciudad de Babel y la comprensión de que no nos comprenderemos jamás. Todo es un cuento chino (¿de dónde vendrá esa expresión?). En fin, Edith, ¿por qué miraste atrás? Por tus familiares. Por curiosidad. ¿Por qué? No importa. Así endulcoraste eso de que Dios nos hizo a imagen y semejanza. Y envió una lluvia de fuego y azufre. Y antes, un Diluvio. Porque los humanos fueron pérfidos y malvados. Mierda, no salimos muy semejante. O sí.