Revista Sociedad

Educando a mi hija

Publicado el 13 enero 2011 por Hesterprynne

La educación es demasiado importante para dejársela solo a los educadores (Francis Keppel, educador estadounidense)  Procuro no obsesionarme con la educación que estoy proporcionando a mi pequeña, es decir, que las cosas que intento inculcarle nunca se conviertan en una obligación para ella. 
Educando a mi hijaUna de ellas es el bilingüismo, pues en casa mi mujer le habla en español y yo en inglés. Puesto que vivimos en Madrid, el idioma mayoritario es el castellano, pero compensaremos esto llevándola a playgroups (lugares de juego para niños y niñas de habla inglesa), viéndonos más con nuestros amigos extranjeros con hijos, comprándole cuentos en inglés, viendo los dvds en este idioma y de otras formas que hemos ido investigando. Éste ha sido un proyecto en el que he puesto toda mi energía desde que mi bebé era tan solo una idea, leyendo acerca de ello, estudiando estrategias y hablando con otros padres y madres que lo han hecho y que me han animado mucho. Para mí, hablar inglés ha sido el regalo de mi vida, pues no solo me ha abierto puertas laboralmente, que casi es lo de menos, sino que gracias a ello he podido acceder a otro mundo de personas, libros, webs, películas, música, ciudades… conocer más de una lengua, sean estas cuales sean, es un don. Por eso he querido que mi hija tuviera la misma fortuna. Eso sí, como decía al principio, no deseo que se convierta en una obligación para ella. Jamás le diré: ¡Habla en inglés! Simplemente me dirigiré a ella en ese idioma como lo más natural del mundo. Para quien le interese este tema, a mí me han ayudado mucho un blog llamado Spanglish Baby y un libro titulado Raising a Bilingual Child, por Barbara Zurer Pearson, que según tengo entendido está siendo traducido al español en estos momentos.
Educando a mi hijaLa segunda cosa que quiero transmitir a mi niña es sensibilidad. Quiero que nunca se avergüence de mostrar sus sentimientos, que sea asertiva y compasiva, que sea cariñosa y cercana, que sea capaz de ponerse en el lugar de los demás, que su individualismo no necesite fortalecerse ignorando o despreciando a los demás sino mediante la creatividad y el cuidado. Por eso en casa le damos muchos besos y nos los damos nosotras, no paramos de decirle te quiero, I love you, me encanta estar contigo, I love spending time with you! Nos abrazamos, decimos lo que nos alegra y lo que nos duele, jugamos y nos reímos. Educando a mi hijaOtra de las experiencias educativas en las que pongo todo mi corazón es en que ame la lectura, porque así tendrá siempre una casa cuando esté fuera de casa. En nuestro piso tenemos una enorme biblioteca y aunque nuestra brujita escarlata tenga tres meses nada más, ya hemos preparado su zona, con una estantería a su medida (regalo de Farala, por cierto) y un banquito. Por ahora le leemos nosotras los libros (¡le encanta, qué gritos de felicidad pega!). En un futuro espero que ella misma pase largos ratos ahí. De nuevo, nunca me oiréis decirle: ¡Lee! Aunque supongo que en un hogar donde este acto se ve constantemente y en el que nos divertimos tanto haciéndolo y hablando de libros, resultará para ella algo de lo más natural.¡El tiempo dirá! Educando a mi hijaEl rincón de lectura de la brujita escarlataLas ilustraciones de este post son obra de Mary Engelbreit

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