Revista África

EE.UU., con luz roja ante crisis política en Nigeria

Por Jorge Luis Rodríguez González
EE.UU., con luz roja ante crisis política en Nigeria
Desde que comenzó el año, Nigeria se encuentra sumida en una crisis política que amenaza con estremecer a uno de los más grandes Estados petroleros de África. Y por supuesto, Estados Unidos, que no está precisamente de luna de miel con Abuja, luego de incluir a este país en una lista de terroristas, ya comienza sus movimientos para evitar que los vínculos con uno de sus mayores proveedores del crudo en ese continente se enfríen más.
Desde el 23 de noviembre, el presidente nigeriano, Umaru Yar´Adua, se encuentra hospitalizado en Arabia Saudita debido una afección cardiaca. Ante la falta de información sobre su salud, hubo quien echó a volar su imaginación y regó a los cuatro vientos que el mandatario podía contar sus días de vida, o que incluso había muerto. Los comentarios de un vocero presidencial, desde Angola, no bastaron para convencer de que el Presidente aún vive y se recupera.
Este martes, el mismo Yar´Adua dio su primera prueba de vida: «Estoy mejor gracias al tratamiento. Espero que pronto haya grandes progresos, lo que me permitirá volver», dijo telefónicamente, sin más detalles, a radio BBC. No obstante, hay quien espera una imagen o algún video.
El descontento en muchas elites políticas se nota, y ya la oposición, como era de esperarse, ha denunciado ante los tribunales el hecho de que a pesar de la gravedad del Presidente, sus funciones no hayan sido transferidas al vicepresidente Goodluck Jonathan. Organizaciones de la sociedad civil también se han lanzado a las calles de Abuja para protestar, mientras que los gobernadores de los 36 estados nigerianos se reúnen para discutir el estancamiento político, que ha conllevado a postergar la aprobación de una política de privatizaciones en el sector petrolero que se discute desde hace meses en el Parlamento, de suma importancia para las transnacionales del hidrocarburo.
Hasta el momento el tribunal federal nigeriano evalúa la petición de transferencia de poder al vicepresidente Jonathan, pero ya el presidente de esa instancia dejó claro, según reporte de EFE, que aunque el vivepresidente pueda asumir algunas funciones de Yar´Adua, eso no quiere decir que se vaya a convertir en presidente interino como ha estado reclamando la oposición.
Ante esta situación, que amenaza aun más con la precaria estabilidad de esa nación, esta semana debe llegar a Nigeria el subsecretario de Estado para Asuntos Africanos, Johnnie Carson, para dialogar con el vicepresidente Jonathan y el líder del Senado, David Mark, según fuentes oficiales nigerianas citadas por el diario Next. Anteriormente, Carson y Mark ya habían tenido una charla telefónica facilitada por la embajada norteamericana en Abuja.
Muchos intereses están en juego. Nigeria es el quinto proveedor de petróleo de EE.UU., y el país con la mayor inversión norteamericana en África, por lo tanto la presencia de Washington en el actual escenario interno es clave, principalmente cuando desde ya otros colosos hacen sus cálculos y preparan el terreno para las elecciones que se deben desarrollar en 2011. Para ello, según el rotativo nigeriano Next, ya se encuentran en el país representantes de la Unión Europea, Canadá y Japón.
Además, si el vacío institucional se posterga, pueden dispararse aun más los enfrentamientos en el Delta del Níger, una zona demasiado rica en petróleo, donde grupos opositores armados atacan a diario las instalaciones petrolíferas y los oleoductos operados por transnacionales como la angloholandesa Shell y la norteamericana Chevron, además de secuestrar a varios trabajadores del sector. Debido a esta violencia, la producción petrolera nacional se redujo en aproximadamente un tercio, lo cual disparó los precios de la gasolina en Estados Unidos. Es por ello que una debil infraestructura petrolera en ese país africano es considerada por Washington como una amenaza para su seguridad nacional.
Desde que los enfrentamientos en el Delta del Niger se hicieron más intensos a partir de 2006, el Pentágono observa a esa nación africana con ojos especiales. En 2008, por primera vez, Nigeria estuvo entre los escenarios estudiados en los simulacros militares Unified Quest, en los que se evaluó la capacidad de respuesta de las fuerzas armadas norteamericanas a los ataques de los rebeldes del Delta. Igualmente valoraron como una posibilidad las presiones diplomáticas.
De hecho, las conversaciones de paz del gobierno federal con estas guerrillas también quedaron en un paréntesis desde que Yar´Adua se enfermó.
Peor no pudo ser el comienzo de 2010 para este gigante petrolero, y aún las temperaturas pueden caldearse mucho más.

*La imagen muestra el despliegue de policias en Abuja debido a las protestas. Foto: Reuters

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