Revista Diario

EEUU tiene planes de agresión a Siria desde el 2006

Por Julianotal @mundopario

Washington, 2 sep (PL) El Gobierno de Estados Unidos tiene planes desde 2006 para derribar por la fuerza al presidente Bashar Al Assad, reveló un documento del sitio digital Wikileaks.
EEUU tiene planes de agresión a Siria desde el 2006
Al anunciar el fin de semana su decisión de llevar a cabo acciones de fuerza contra la nación árabe, el presidente Barack Obama lo que hizo fue poner en práctica dichas proyecciones, elaboradas bajo el mandato de George W. Bush (2001-2009).
Un cable del Departamento de Estado con fecha diciembre de 2006, señala la necesidad de apoyar a sectores extremistas en la oposición siria, influir en el círculo más cercano al Presidente y revertir la situación positiva que disfrutaba su administración en esos momentos.
También se propone que Siria fuera presentada de servir como base de grupos terroristas como Al Qaeda y sus afiliados, argumento que demostraría la necesidad del derrocamiento de Al Assad por la fuerza.
Desde hace varios días, la Casa Blanca trata de convencer al Congreso de Estados Unidos para que avale un ataque militar contra la nación árabe, pero los miembros del Capitolio se encuentran divididos sobre el tema.
Está previsto que Obama se reúna hoy con los senadores republicanos John McCain y Lindsey Graham, mientras se anunció para mañana una reunión en el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara alta, con la participación del secretario de Estado, John Kerry.
El Congreso estadounidense está en receso hasta el 9 de septiembre próximo, pero sus principales líderes han sido convocados a Washington para que escuchen los argumentos de la Casa Blanca sobre los planes de agresión contra Siria.
Taking care of business
La industria armamentística de Estados Unidos desempeña un papel primordial en las presiones para desencadenar una intervención militar en Siria, dados los beneficios económicos que ello traería, afirmó hoy un material publicado en Ria Novosti.El trabajo, en el cual citan a varios expertos, asegura que los ingresos para los productores de armas ya comenzaron a aumentar gracias a las discusiones en torno a la posibilidad de iniciar una campaña belicista contra el país del Levante.
En este sentido, señalan que la espera de una eventual intervención en Siria está directamente relacionada con el crecimiento de las acciones de la empresa Raytheon.
Raytheon produce para el Pentágono bombas guiadas, sistemas de misiles tierra-aire Patriot y misiles Tomahawk, agregó la publicación, con los cuales probablemente se realicen los ataques, a partir de recomendaciones de analistas en cuestiones militares.
Y precisamente los especialistas en temas bélicos están estrechamente vinculados a las maniobras de promoción de la eventual contienda, al funcionar como especie de vínculo entre la industria y los decisores gubernamentales, señaló Ria Novosti.
Por ejemplo, añadió, el experto del Instituto para el Estudio de la Guerra Christofer Harmer aconsejó que las mejores armas para atacar bases aéreas sirias son los misiles Tomahawk y las armas aire-superficie JSOW, ambos producidos por Raytheon, una de las principales patrocinadoras de la entidad especializada.
Asimismo, se señala que la lista de financiación para este Instituto está integrada completamente por productores de armas, principalmente las corporaciones Northrop Grumman y Raytheon.
"Son todos productores de armas, todos financian a expertos que no dejan de insistir en que hay que guerrear más", afirmó a Ria Novosti el analista político Daniel McAdams.
Otro pilar de las presiones belicistas son los grupos de presión políticos: los gastos para el lobby de la industria militar estadounidense se calculan en unos 60 millones dólares anuales, "y esto sólo oficialmente, pues algunas estimaciones superan hasta 100 millones", reportó la agencia rusa.
La tarea fundamental de los grupos de presión es influir en los legisladores para que favorezcan a las empresas armamentísticas, mediante varios métodos como comprometerlos con donativos en efectivo durante las campañas electorales.
Solo en el ciclo electoral 2009-2010, los candidatos recibieron más de 22 millones de dólares por parte del complejo industrial-militar, indicó una investigación sobre el fenómeno.
Mientras la industria militar paga para promover la guerra, los especialistas aconsejan hacerla, y los grupos de presión hacen su trabajo, el presidente norteamericano Barack Obama afirmó que su país mantiene activo un plan para un posible ataque, y convocó al Congreso a pronunciarse sobre la cuestión.
No obstante, aclaró que dispone de los poderes ejecutivos necesarios para aprobar la intervención, incluso sin la anuencia de los parlamentarios y sin esperar los resultados de investigaciones llevadas a cabo por un equipo de las Naciones Unidas

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