Efectos del consumo de cannabis

La molécula responsable de los efectos nocivos del cannabis es el D9 tetrahidrocannabinol (THC). El síndrome de abstinencia característico produce ansiedad, irritabilidad, dolor gástrico, tensión, trastornos del sueño, disminución del estado anímico y cambios de apetito.

Según el autor Quiroga, el THC puede producir problemas mentales orgánicos, alteraciones psicopatológicas agudas, episodios psicóticos y estados psicóticos persistentes tras interrumpir el consumo de cannabis.

Dentro de los trastornos orgánicos los más destacables son la intoxicación y el delirio alucinatorio.

Los trastornos psicóticos se acompañan de angustia, humor inestable hipomaniaco, autolesiones, conducta desorganizada, hostilidad, suspicacia, ideas paranoides, aceleración del pensamiento y sentimientos de grandiosidad entre otros síntomas.

En los estados psicóticos persistentes (psicosis cannábica) se pueden presentar intensas alteraciones formales del pensamiento y de la percepción, delirio.

El cannabis también produce el llamado síndrome amotivacional que consiste en un estado de indiferencia y pasividad en las capacidades cognitivas, sociales e interpersonales. Asociados a este síndrome amotivacional se producen estados de intensa apatía y dificultad para disfrutar y sentir placer en distintas situaciones. Se dejan de hacer actividades, se puede perder el trabajo por la intensa apatía y un estado de tristeza sin encontrar un motivo aparente. Además se pueden llegar a deteriorar las relaciones con amigos y familia. También hay una disminución de la capacidad para concentrarse, alteraciones de memoria y pocas ganas de competir y de trabajar.

Según el estudio de Lima Mello de la Universidad de Oviedo, el cannabis también puede provocar problemas de ansiedad describiéndose varios casos de agorafobia y crisis de ansiedad, ya que la intoxicación puede precipitar la ansiedad indirectamente por la pérdida de ajuste psicológico, o, las altas dosis del ingrediente principal activo del cannabis podría afectar la serotonina y otros neurotransmisores, produciendo síntomas de ansiedad.

El consumo repetido de cannabis reduce el flujo sanguíneo en los lóbulos temporales del cerebro y puede precipitar el inicio de la esquizofrenia. Según otro autor, Arias Horcajadas, el consumo de cannabis está muy relacionado con la esquizofrenia: un porcentaje elevado de personas con esquizofrenia consume cannabis, por otro lado, el consumo de cannabis induce psicosis y además el cannabis incrementa los síntomas llamados positivos de las psicosis (alucinaciones, delirios…) y el consumo incrementa el riesgo de recaídas e ingresos por psicosis.

También produce trastorno amnésico ya que el cannabis afecta las regiones cognitivas, especificamente a la memoria y las capacidades verbales y atencionales y el consumo de cannabis está estrechamente asociado a la agresividad.

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