Revista Religión

Ejerza su libertad

Por Frabreum @FRABREUM
Ejerza su libertad                       
Cuando elsacerdote empezó a leer el evangelio, un perro echado en la puerta del templolo miró y lo oyó.
Lo oyó,pero no lo escuchó. Lo oyó porque los perros oyen muy bien. No lo escuchó,porque un animal no puede escuchar.
Dentro delmismo templo, sentada en un banco, había aquel domingo una persona. Tambiénesta persona miró al sacerdote, y también lo oyó leyendo el evangelio.
Perotampoco lo escuchó.
El perro noescuchó porque no puede. Esta persona no escuchó porque no quiso. Librementedecidió bloquearse a la palabra de Dios, y distraerse pensando en otra cosa.
Finalmenteaquel día, en el mismo templo, había otro tipo de persona. Al igual que elperro y el primer hombre, esta también miró y oyó al sacerdote. Pero hizo algomás: escuchó.
El perro nopodía tomar la decisión de escuchar, porque no tiene inteligencia para pensarni voluntad para decidir. Sigue sólo sus instintos: no es libre.
Las dospersonas sí eran libres.
Al primerolo dominó la distracción.
El segundologró escuchar.
¿Cuálconsidera usted tiene mayor grado de libertad? El mundo donde estamos viviendonos está haciendo muy difícil escuchar. Estamos bombardeados de imágenes y deruidos, y casi constantemente reaccionamos distraídamente a estímulos externos.
Con razónhay tantas personas desorientadas, siendo manipuladas desde afuera, sin haberencontrado algo que dé sentido a su vida y le revele su camino personal haciala felicidad. Esas personas necesitan la libertad de escuchar.*******************
En elevangelio de este domingo (Marcos 9, 1-9) se oye la voz de Dios haciendo unadeclaración: “Este es mi hijo a quien yo quiero”.
Y haciendouna exhortación: “Escúchenlo”.
Hoy en cadamisa habrá animales oyendo sin poder escuchar, personas dominadas por ladistracción; y otras ejerciendo la libertad de escuchar la palabra de Dios, apesar de todas las distracciones que puedan tratar de dominarlos.
El Señor lodijo: “Felices los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica.”(Lucas 11,28) Y en otra parte: “El que escucha mi Palabra y la pone en prácticaes como un hombre inteligente que edificó su casa en la roca” (Mateo 7,24).
Alegrémonos,amigo. Si usted ha decidido leer este artículo y ha terminado de hacerlo, apesar de todas las distracciones que hayan querido desviarlo, es señal de quetambién es capaz de escuchar y entender la Palabra de Dios.
Y eso es ungrado de libertad que pocas personas poseen.
La pregunta de hoy¿Puede cualquier persona ejercer la libertad deescuchar la palabra de Dios?La puertaprincipal de la Iglesia actual de Belén tiene solamente cuatro pies de altura.Los niños entran por ella fácilmente. Los adultos... tienen que agacharse.
Sí.Cualquier persona puede ejercer la suprema libertad de escuchar la Palabra ydecirle sí a Dios. Sólo debe tener la humilde valentía de hacer silencio, yagacharse.
“Lesaseguro que si no cambian y se hacen como niños, no podrán entrar en el Reinode los cielos” (Mateo 18,3).
Nota: ¿Hadescubierto usted al Señor ya presente en su vida en esta Cuaresma?LuisGarcía Dubus - Santo Domingo

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