Revista Salud y Bienestar

El 90% de los artículos científicos publicados son basura

Por Robertosancheze

El titular responde a la aplicación de la revelación de Sturgeon, “el 90% de todo es basura”, unida con el maravilloso discurso que @_muscleblog publicó en su foro hace un par de días.

Así, a bote pronto, este podría parecer un título visceral, impulsivo, sensacionalista, o como mínimo espontáneo. Más o menos como aquel “Una” tribu que ni aunque les pagues corren para cazar por persistencia.

Pero de veras, cuando leas el texto de Muscleblog que te enlazo más abajo te darás cuenta que no lo es, y que si lo que cuenta es verdad –yo me lo creo– es para rebotarse con el mundo entero, pasar de todo, y de una vez por todas ir a por lo que sí que vale, la experimentación personal, el tú mueves, chaval.

Yo confieso; soy culpable. No encuentro ni una mísera manera de explicar ni sostener lo que reza el título: el 90% de los artículos científicos publicados son basura. Pero lo exclamo, lo vomito, lo excreto con toda tranquilidad.

El lector asiduo ya sabe que soy un don nadie de mierda. Ni sé ni me interesa debatir sobre ciencia. Soy un ciudadano normalito, medio, con estudios básicos. De esos que tenían la esperanza de que las autoridades sanitarias, los expertos, los que sí que saben me dijeran lo que tengo que hacer para que todo salga bien, como me enseñaron en la escuela –buenas notas, universidad, boda, hipoteca, comer un Activia al día. En fin, soy un cazurro, un burro, un aborto intelectual, un charlatán, un cualquiera de lo 7.000 millones de humanoides que habitamos este planeta. No tengo ni palabras ni nivel para defender mis rabietas. No pertenezco a esa élite.

Ahora bien, alguien a quien sigo desde hace mucho tiempo, a quien admiro y respeto, aparenta –no puedo garantizarlo– saber muchísimo sobre el tema, como presentaba más arriba: MUSCLEBLOG. Nutrición, suplementos, fisioterapia, salud, psicología y neurociencia.

Mi apreciación, insisto, que el 90% de los artículos científicos publicados son basura, es la conclusión que extrae –repito– un ciudadano ignorante donde los haya, un servidor, a las MAGISTRALES palabras, por no decir DIVINAS, de este señor, Muscleblog.

Y esas palabras, que te recomiendo LEER CON MUCHA ATENCIÓN URGENTEMENTE, resumen la actualidad de la PANDEMIA CIENTIFICISTA que padecemos y la MANIPULACIÓN INDUSTRIAL, FARMACÉUTICA Y MÉDICA de nuestros días basada en el omnipresente y omnipotente lema TODO POR LA PASTA.

Éste es un simple ECO-POST –pronto explicaré qué significa–, nada que ver con lo ecológico, sino con HACER ECO de lo que realmente vale la pena leer, escuchar y sobre todo COMPARTIR –in my opinion.

Aquí tienes el texto al que me refiero -> Respuesta a lo que dice la ciencia para adelgazar http://muscleblog.es/forum/viewtopic.php?f=15&t=2309

Por favor, por Dios, por la patria, por lo que más quieras… Léelo, saca tus propias conclusiones y si te inspira de alguna forma, sigue haciendo eco y compártelo con los tuyos.

A mí sólo me queda quitarme el sombrero.

Otra vez -> http://muscleblog.es/forum/viewtopic.php?f=15&t=2309

Posdata (te quiero, muscleblog)

Estos son los tres párrafos que más me han gustado:

En palabras de Gotzsche: por cada estudio serio, la industria produce 4 para distorsionar. Creer en que la verdad es lo que ponga en los papers es una creencia, unas anteojeras autoimpuestas, un prejuicio que busca autoconfirmar tus propias hipótesis y un acto de cherrypicking. Es más: la publicación científica per se ya es cherrypicking de datos y cherrypicking de publicaciones. Pubmed es cherrypicking y un metaanálisis se hace sobre un cherrypicking de autocensura. Pensar que hay que hacer lo que digan los papers y los metaanálisis es tu opinión (más bien, la de la industria que financia los que se necesiten hasta ganar en número). Control del contenido. Uniformidad del contenido. Repetibilidad del contenido. Paulov hace el resto y lo integra en el cerebro como un reflejo, fuera de toda consciencia tuya. Ya no está en el cortex, ya es un hábito integrado a nivel subcortical. El cientificismo generalmente es defendido por gente que en su vida ha tratado a un paciente enfermo y tiene una utopía determinista a nivel quijotesco en la cabeza. De todos modos, yo no niego que mis artículos son mi visión de las cosas y mi forma de enfocarlas. No busco la perfección ni la objetividad, sino aportar ideas desde mi conocimiento. No hay ninguna objetividad en medicina y hay distintas formas de enfocar los problemas. Mi crítica imparable es precisamente a los objetivistas y cientificistas de las teorías oficiales que pretenden apropiarse de las distintas formas de entender la clínica, y que han logrado eliminar tratamientos que suponen una amenaza a un modelo de negocio de patentes y monopolios de dictadura a partir de guias clínicas a nivel mundial. Y que a menudo no se sostienen ni con sus propios papers.

(…)

Las políticas de salud pública seguirán salvando más vidas que toda esa ciencia que invocas, aunque yo tenga pocos para demostrarte que el yoga, subvencionar ejercicio físico o clases de cocina comunitarias salvarían más vidas que cualquier fármaco de nueva generación (a menudo menos eficaz que los de hace 50 años). Pero no machaco mi logica para darle preferencia a lo que digan los papers, aunque por supuesto dan ideas sobre por donde pueden ir algunas cosas. Pruebas pocas.

(…)

Lo de la luna y el dedo. Hoy en día está peor visto llamar idiota a un charlatán, que los 400.000 muertos que deja la industria médica en USA cada año. Usemos la moral como elemento de distracción, teledirijamosla hacia la estética de las formas, hacia la superficie. Alejémosla del fondo de las cosas. Yo no soy perfecto y tengo muchos defectos, pero la corrección estética es lo primero que muestra el político o el vendedor, aquel que te va a decir lo contrario de lo que piensa. Si no fuera por “las malas formas” y la “violencia”, los negros seguirían siendo esclavos. Las falsas apariencias y la inacción son más dañinas que el decir 4 cosas, aunque lo primero sea estéticamente correcto y lo último incorrecto. Precisamente lo que le interesa a un político o a la industria: un mundo políticamente correcto, de silencio cómplice, de corrección (para que no peligre el que tiene la sartén por el mango). Si reflexionamos honestamente, todos perdonamos la forma si el fondo es bienintencionado, pero al contrario no. El resto, falsa indignación derivada de cortinas de humo impuestas socialmente por la maquinaria de ingeniería social. Jamás en la historia un animal ha sido tan dócil como el ser humano hoy, que permite cualquier atropello a su dignidad por constructos sociopolíticos diseñados para que nadie cuestione el poder establecido. Hay muchas formas de faltar al respeto, y tu no estás libre de ello aunque no sea mediante cacofonías.


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Olvídate de todo lo que acabas de leer. Seguramente ahora mismo pienso totalmente diferente.


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