El abanico de mano: un poco de historia

Desde el siglo XV tenemos bien documentado el uso de este accesorio entre los hombres y mujeres de alta posición social. Lo encontramos en retratos de las damas de época, en las descripciones de los cronistas y entre los objetos valiosos que se dejaban en herencia. 
En aquellos momentos era Italia la pionera en la manufactura del abanico, con gran número de artesanos y pintores dedicados a su decoración. De Italia, la moda llegó a Francia, que lo adoptó desde finales del siglo XVI y principios del XVII como un objeto exquisito y novedoso. A partir de ese momento, este país se convirtió en un gran centro productor.
En el siglo XVIII tenemos ya a excelentes pintores encargados de la decoración del país de los abanicos (la parte de tela o papel que se coloca sobre las varillas) y a artesanos abaniqueros trabajando con gran mimo y preciosos materiales los productos que pasaban por sus manos, hasta convertirse en auténticos artículos de lujo.
Tal era su popularidad, que ya en la misma época empezaron a fabricarse versiones de bajo coste, con varillajes de madera y países grabados en lugar de pintados, con el fin de atender la demanda creciente de este accesorio entre las mujeres de clase media. Y hasta ahora...
De su popularidad, uso y tradición en España os hablaré más adelante. Las fotografías y los ejemplares que aparecen en este post pertenecen a Avenio y están a la venta en su tienda online.
Buenos días y buena suerte