El Alzhéimer

Progresivo deterioro mental

El alzhéimer (también denominado demencia senil o mal de Alzheimer) es una enfermedad que provoca el deterioro progresivo e irreversible de las facultades mentales y causa graves trastornos en la conducta.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 36 millones de personas padecían alzhéimer en el año 2010, además proyecta que para el año 2030 serán 67 millones los afectados y 115 millones para el año 2050.

El alzhéimer afecta principalmente a las personas mayores de 60 años. En América Latina el 8,5% de los mayores de 60 años sufre esa enfermedad, porcentaje que constituye uno de los más altos a nivel mundial. En Lima, la padecen el 1,1% de la población entre 65 y 69 años, así como el 45% de las personas mayores de 85 años.

La causa primaria de la enfermedad aún no ha podido ser establecida con precisión, pero existen algunas hipótesis. Una indica que el alzhéimer se debe a la disminución de la acetil colina, sustancia que facilita la trasmisión neuronal. En tanto otra teoría indica que la acumulación de proteína beta amiloide forma las denominadas placas seniles en el cerebro, las cuales producen cambios irreversibles en dicho órgano y matan las neuronas. Recomiendo leer el articulo (medidas para combatir el cancer de mama)

Síntomas y diagnóstico

El principal síntoma del alzhéimer es la pérdida de la memoria. Al principio compromete la memoria episódica (que permite recordar experiencias, como la película que se vio ayer o el libro que se está leyendo); sin embargo, la memoria de largo plazo también es afectada paulatinamente.

Los pacientes con alzhéimer también presentan alteraciones del carácter, como irritabilidad, agresividad o mutismo. El alzhéimer, además, perjudica otras funciones cerebrales, como aquellas que permiten manejar el teléfono celular, el control remoto y otros aparatos pequeños. Pérdida del lenguaje, reducción del vocabulario y de la fluidez al hablar, dificultad para realizar acciones sencillas (vestirse, escribir o dibujar), desorientación, cambios en los hábitos alimenticios y el sueño son otros síntomas de la enfermedad.

El avance de la enfermedad es progresivo e irreversible y provoca que la persona afectada pierda su independencia. Los especialistas calculan que la evolución de la enfermedad genera invalidez total y muerte en un periodo entre siete y diez años.

El alzhéimer se determina mediante diagnóstico clínico, aunque dicha metodología se complementa con la ayuda de procedimientos como la resonancia magnética, la tomografía axial, la electroencefalografía, la tomografía computarizada por emisión de fotones individuales (Spect, por sus siglas en inglés).

Además del tema médico, el tratamiento de la enfermedad considera aspectos sociales y psicológicos, como evitar las variaciones bruscas en la rutina diaria, cambios de domicilio o en el entorno familiar.

Algunos factores que podrían retardar la aparición de la enfermedad son el ejercicio diario, la dieta balanceada y una adecuada socialización. Y cuando una persona tiene alzhéimer es recomendable estimular las capacidades cognitivas que aún conserva.