El anestesiólogo no sólo debe saber de anestesia. También debe ser cirujano y clínico

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Cuando era niño muchas veces sucedía que, al jugar al fútbol, el jugador menos hábil del equipo tenía que hacer de arquero. Por supuesto que en esa época no existían goleros con el protagonismo, trascendencia y personalidad del paraguayo José Luis Chilavert. Ahí va la prueba:
 
De igual manera, en un grupo de rock no es infrecuente la mala costumbre de hacer tocar el contrabajo al guitarrista menos talentoso. Es que no se dan cuenta de la importancia del bajo en el rock y de lo importante que es contar con un supremo y extraordinario bajista como John Entwistle, de los británicosThe Who. Veamos.
 
Hace muchos años los cirujanos generales tenían el control absoluto de las intervenciones quirúrgicas. Aún no existían urólogos, cirujanos de cabeza y cuello, ni ginecólogos, ni anestesiólogos. Del grupo de cirujanos salía el encargado de administrar la anestesia. Por lo general elegían al menos experto o al más joven.
Con el correr de los años se ha reconocido a la anestesiología como una de las especialidades médicas más complejas y nobles. Gracias a ella es que se han logrado tan maravillosos progresos en la cirugía. Y el anestesiólogo es un especialista altamente calificado, capaz de hacer bien muchas otras tareas aparte de dar la anestesia:

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1.- Reanimación cardio-pulmonar-cerebral avanzada: Intuba y ventila al paciente, canula vena perférica y/o central, maneja el desfibrilador, administra drogas de reanimación, antiarrítmicos, anticonvulsivantes, etc.
2.- Extrae cuerpos extraños que ocluyen la vía aérea y producen asfixia.
3.- Coloca catéteres de alto flujo para hemodiálisis a enfermos renales y catéter central subclavio para administración de quimioterapia a pacientes con cáncer. También coloca vía central en niños pequeños y bebés.
4.- Trabaja en unidad de cuidados intensivos y shock trauma.
5.- Trata todos los tipos de dolor agudo y crónico.
6.- De legalizarse la eutanasia, sería el más indicado para realizarla, de la manera más tranquila e indolora para el enfermo terminal.

Durante una cirugía es frecuente el uso de antibióticos. Los anestesiólogos sabemos lo tóxica que es la gentamicina para pacientes con insuficiencia renal y buscaremos un antibiótico alternativo para administrarlo con la mayor seguridad.

Hace muchos años el cirujano tenía control absoluto sobre el paciente quirúrgico. Él mismo administraba la anestesia. Pero, como estaba muy ocupado operando, contrataba (con bajos honorarios, imaginamos, en razón a su rol secundario) a un médico general para que controlara las funciones vitales del operado e informara de alguna complicación. Así el cirujano daba instrucciones al "anestesista prehistórico" durante toda la intervención. Hoy en día las cosas han cambiado. La humanidad reconoce la gran preparación y habilidad de los anestesiólogos.

Lo que no ha cambiado son los tarifarios de las compañías de seguros de salud. Los honorarios del anestesiólogo son siempre el 25% de los honorarios del primer cirujano. ¿Por qué? No nos metemos con lo que muy bien obtienen nuestros colegas y amigos cirujanos. Pero, conociendo la gran labor del anestesiólogo en sala de operaciones, ¿¡cuál es la razón por la que tengamos que ganar un porcentaje de lo que otro médico gana!?
The answer, my friend, is blowing in the wind... (Bob Dylan)