Revista Cultura y Ocio

El ángel. Sandrone Dazieri

Por Mientrasleo @MientrasleoS
El ángel. Sandrone Dazieri
     "Los dos prisioneros que quedan en la celda hablan en voz baja. El primero trabaja en una fábrica de zapatos. Mató a un hombre mientras estaba borracho. El segundo era un policía que denunció a un superior. Se durmieron en la cárcel y se despertaron en la Caja."
     Conocí a Dazieri con el primer libro de esta saga, No está solo, y me gustó su planteamiento. Por eso no he tardado en hacerme con el segundo. Hoy traigo a mi estantería virtual, El ángel.
     Un tren entra en la estación Roma Termini con un vagón lleno de muertos, en él entra la Subcomisaria Colimba Caselli quien, viendo los derroteros que toma el caso se pondrá en contacto con Dante, un hombre excéntrico que conoció a raíz de un caso con secuestros infantiles. El atentado, no podía tratarse de otra cosa, es reivindicado por el ISIS pero algo no parece encajarle a Dante, y comienzan a investigar descubriendo una mentira tras otra.
     Como comenzaba diciendo, No está solo me gustó. Ese dúo que tenía un vago recuerdo a Holmes y Watson, por lo excéntrico de uno, casi esperpéntico, y la mesura de la otra. Por las reflexiones, las pastillas esnifadas, la lógica personal y el ir contracorriente, me resultó muy atractivo. Este segundo libro comienza meses después de donde lo dejara el primero, meses en los que los protagonistas parecen haberse mantenido a una distancia prudencial el uno del otro antes de el reencuentro en los primeros capítulos del libro. Dazieri nos pone parcialmente al día, de tal modo que si uno ha leído el primero es estupendo y, si no lo hizo, tendrá unas nociones sobre lo que puede encontrarse si decide hacer la lectura, pero no se perderá en el que tiene entre manos.
     Sigue valiéndose de su profesión como guionista y utiliza imágenes de impacto visual con las que no necesita gastar páginas en largas descripciones para que el lector tenga muy claro lo que le están representando. Un ejemplo perfecto es la llegada del tren a la estación, al más puro ejemplo de un buque fantasma, en el que el lector es capaz incluso de imaginar niebla alrededor de las... no, luego cae, estamos en el siglo XXI. Pero el impacto está ahí y el autor sabe como aprovechar este recurso que parece tener a mano. Además, le viene bien, ya que la agilidad es una constante en esta novela que no deja un momento de relax. Pese a su extensión de casi 550 páginas, el autor no da tregua, encargándose de que siempre haya un foco de acción abierto, o un giro, una posibilidad... algo que mantenga a su lector entretenido. El resultado, como suele pasar en estos casos, es que cae en lo excesivo. Pese a que todo queda bien atado, cuando uno piensa en los dos títulos, hay demasiada "catástrofe" y el conjunto comienza a perder pie. Y es que, todos sabemos que la realidad supera a la ficción, pero también sabemos que en la ficción cuando la cuerda se tensa mucho, lejos de romperse, dejamos de sujetarla.
      Me sigue gustando la pareja protagonista, pero ya conozco sus traumas, ya supe lo que era "El desastre", y me apetecía más ver cómo avanzaban, a poder ser sin sumar traumas señor Dazieri, no los cargue demasiado o terminará por sucederme lo mismo.
     En conjunto me ha parecido entretenido. Diría que no llega a la altura del primero, pero estoy segura de que las valoraciones de aquellos que no hayan leído el anterior serán muy superiores, y es que, la mayor parte de la frescura que encuentra el lector en el primer títulos que cae en sus manos de esta saga, perece al repetirse comportamientos en el siguiente. Con todo, es entretenido. Lo cual, a veces, es más que suficiente.
     Y vosotros, ¿sois lectores de sagas o preferís libros autoconclusivos?
     Gracias.

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