Lo que podía ser una noche apasionante de buen fútbol y goles se convirtió en un asalto por parte del árbitro, Teixeira Vitienes, que condicionó el encuentro con una injusta expulsión de Eliseu en la primera mitad. Se medían el Málaga y Villarreal, dos de los equipos más en forma y con gol. El marcador así lo refleja: 5 goles en 45 minutos que se vieron empañados por la actuación del trencilla. Empezaba el partido con el que perfectamente podría ser el gol de la jornada. El Málaga se adelantaba en el minuto 4 con un golazo de Eliseu en jugada ensayada.
El Villarreal respondió dándole la vuelta al marcador en dos minutos. Cazorla y Rossi sacaron los colores a Rubén, quien no tuvo su mejor día en el que era su debut en Primera ante su afición. Rondón, libre de marca y a placer, remataba de cabeza el empate. Pero nuevamente, un flojo Rubén hizo la estatua ante el segundo gol de Cazorla, que cerraba así el marcador con el 2-3 definitivo.
En el minuto 41 se terminó el partido para el Málaga. Marchena simula una agresión de Eliseu y éste es expulsado por T. Vitienes, que se encontraba encima de la jugada. El Málaga se quedó con 10 y no pudo reponerse, en uno de los partidos más físicos que se recuerdan en los últimos años.
Además, en la segunda parte, Fernando hizo el que podría haber sido el empate, pero el gol fue anulado por fuera de juego inexistente. Una actuación lamentable del trío arbitral que condicionó el partido. No se le puede achacar a Jesualdo Ferreira su atrevimiento. En todo momento dispuso un equipo muy ofensivo, aun corriendo muchos riesgos atrás. No fue suficiente y el equipo pagó los platos rotos. Tercera derrota en La Rosaleda en tres partidos.
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