El arte contra el sufrimiento animal

Gabriel von Max fue uno de los artistas mбs controvertidos del siglo XIX. El pintor (de origen checo pero considerado Alemбn debido a que estableciу su residencia en la ciudad de Mъnich, donde durante aсos impartiу clases de arte) no se limitaba a retratar la realidad con una impresionante fuerza y belleza, sino que lo hacнa desde una perspectiva muy personal, expresando su admiraciуn por el mundo animal, entre otras cuestiones. En una йpoca en la que la vivisecciуn era aceptada por la sociedad y en la que la ciencia aъn no habнa demostrado que los animales son seres dotados de capacidad para sentir, Gabriel von Max, estudioso de la teorнa de Darwin sobre la evoluciуn de las especies, representaba a sus monos de compaснa en actitudes humanas para recordar nuestros vнnculos y orнgenes. Lamentablemente, a dнa de hoy la experimentaciуn con animales sigue siendo una prбctica habitual, si bien se lleva a cabo a puerta cerrada en asйpticos laboratorios, para evitar el escбndalo de la opiniуn pъblica por el dolor que se causa a los seres mбs indefensos, muchas veces sin justificaciуn cientнfica que lo respalde. El legado de Gabriel von Max representa toda una fuente de inspiraciуn y aprendizaje para quienes, a dнa de hoy, continъan luchando para que el ser humano acepte y respete el derecho a la vida de los animales.

04.03.2013, ladyverd.com
Gabriel von Max naciу en 1840 en Praga y llevу a cabo sus estudios en la capital checa, en Viena y en Mъnich. Interesado desde muy joven en lo que йl denominaba Уlas dos cienciasФ, el mundo natural y el mundo espiritual, siempre destacу por la temбtica de sus pinturas polйmicas y trascendentales. Sus primeras obras ya llamaron la atenciуn entre el pъblico coetбneo y sus polйmicos cuadros dieron la vuelta al mundo, debido a su novedosa temбtica. A partir del aсo 1900, von Max comenzу a volcarse en el mundo animal.
El Vivisector (1883), Fundaciуn Ernst von Siemens, Mъnich.El artista, muy interesado por las teorнas de la evoluciуn del darwinismo, llegу a tener hasta catorce monos en su casa, a quienes trataba como animales de compaснa y cuyo carбcter y personalidad estudiaba y plasmaba en sus cuadros. Por aquel entonces, la vivisecciуn era una prбctica muy comъn entre los fisiуlogos. Este mйtodo consiste en seccionar un animal en vida para comprender el funcionamiento de sus уrganos y a menudo utiliza primates debido a su parecido con el ser humano. El artista, amante de los animales y conocedor de nuestros orнgenes, presentу una rotunda oposiciуn a esta prбctica, oposiciуn que plasmaba en sus cuadros y que generу una importante polйmica en su йpoca. Su famosa representaciуn de la vivisecciуn y sus pinturas de monos en actitudes y llevando a cabo actividades humanas son algunas de sus obras mбs conocidas.
Una de las pinturas mбs famosas de Gabriel von Max, llamada El Vivisector, representa a un fisiуlogo en su mesa de trabajo. El doctor tiene ante sн, sobre la mesa, las herramientas que se utilizaban para inmovilizar y seccionar a los animales en vida. El protagonista estб girado hacia la figura de la Justicia, que ha venido a visitarle con una balanza en la que, en un plato, sostiene un corazуn y, en el otro, una cabeza. El anciano doctor parece tener que escoger entre la razуn, que le llama a continuar con su trabajo y por lo tanto a seguir infringiendo un enorme daсo a seres inocentes en nombre de la ciencia, y renunciar a sus labores de vivisector, apiadбndose de los animales y dejбndose llevar por los sentimientos. En el lienzo, la bбscula de la Justicia se inclina claramente hacia el lado del corazуn. Gabriel von Max nos indica asн que el hombre deberнa dejar de intentar saciar sus deseos de conocimiento causando dolor a otros seres vivos y deberнa dejarse llevar por los sentimientos de compasiуn. El cuadro servirнa por aquel entonces para revivir la enorme polйmica que estaba teniendo lugar entre los defensores y los detractores de la prбctica de la vivisecciуn.
Lamentablemente, a dнa de hoy la experimentaciуn con animales sigue siendo una prбctica habitual, si bien se lleva a cabo a puerta cerrada, para evitar el escбndalo de la opiniуn pъblica por el dolor que se causa a seres inocentes. Tras las puertas de miles de laboratorios, los animales siguen sufriendo las terribles crueldades del ser humano en nombre de la ciencia, muchas veces sin motivo justificado. Los vнdeos que graban de forma clandestina las agrupaciones de protecciуn de los derechos de los animales nos muestran que el horror sigue teniendo lugar aunque no se nos muestre abiertamente. El legado de Gabriel von Max representa toda una fuente de inspiraciуn y aprendizaje para quienes, a dнa de hoy, continъan luchando para que el ser humano acepte y respete el derecho a la vida de los animales. 
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