EL ASALTANTE ( Pablo Fendrik, 2007)

¿De donde sale el protagonista de El Asaltante,  la película de Pablo Fendrik que vamos a ver esta noche en Primer Plano? Sin duda no del mundo del hampa, Viste un saco de piel y camisa y corbata, tiene buenos modales, usa tarjeta Banelco y juega papi-fútbol en canchas alquiladas. Es un ladrón, sí y Fendrik lo sorprende in flagrante delito dos veces con la cámara siempre pegada sobre su espalda como si siguiera a una estrella de rock a punto de salir a escena o a un boxeador que se encamina hacia el ring. Pero todo lo que sabe del crimen no lo aprendió de la marginalidad sino de la clase a la que pertenece: la clase media. De hecho no asalta bancos, ni empresas ni siquiera comercios suculentos. Asalta escuelas. El asaltante como en La sangre brota (el segundo largometraje de Fendrik) es el retrato crudo y despiadado de una clase social que revela aquí su lado más oscuro.Estrenada en la semana de la crítica en el Festival de Cannes del 2007, El Asaltante es una película Express, compacta, que va al grano y opera sin anestesia. Fendrik pone aquí a punto lo que parece ser su sello de fábrica como director: cámara en mano, planos largos y siempre en movimiento, encuadres muy cerrados que prácticamente sofocan a los actores y la idea esencial de que los personajes no son criaturas psicológicas sino más bien fuerzas, trayectorias, recorridos que atraviesan y conectan distintos espacios de una geografía urbana.Vemos El Asaltantey tenemos la impresión de que la película está contada en tiempo real, en un solo y largo plano secuencia guiado por un héroe desesperado: un prófugo a la intemperie, uno de esos hombres del subsuelo que le gustaban a Dostoievski, condenados a moverse sin descanso, a escapar de todo y a arder en las llamas de un tormento demasiado intenso para ser humano.

Presentación realizada por Alan Pauls el 08 de diciembre de 2010 en el ciclo Cine independiente argentino en Primer Plano I.Sat.Transcripción del siguiente enlace audiovisual:  https://vimeo.com/17435891