Revista Cultura y Ocio

El avispero sirio: en busca de un califato islámico (Parte III)

Por La Cloaca @nohaycloacas

Publicado por Jon Aloses

Cuando comenzó la revolución siria los medios occidentales tardaron bien poco en retratar a esta como una oposición laica y democrática al régimen autoritario de Bashar al-Asad. Lo cierto es que en un inicio los promotores de estos movimientos eran los mismos ciudadanos sirios y su lucha estaba más que justificada tras la brutal represión que mostró el régimen ante las protestas anti-gubernamentales.

Tras varios años de guerra se demostró que la oposición siria no es tan democrática como nos anuncian los medios aunque aún continúen intentándolo, un ejemplo claro es la muerte hace unos meses del líder del Frente Islámico Zahran Alloush tras un bombardeo sirio. Diversos medios nacionales nos informaron de que uno de los líderes de la oposición siria había fallecido, sin informar de su carácter islamista y que el grupo que dirigía pretende instaurar un califato islámico regido por la sharia, al igual que el Estado Islámico. No es por tanto una alternativa democrática al régimen sirio, en realidad todo lo contrario puesto que han demostrado su odio y persecución al resto de confesiones religiosas (chiítas, alawitas, drusos, cristianos, ismailies y por supuesto ateos) que no coincidan con su interpretación salafista del islam. En ocasiones esta persecución ha terminado con decapitaciones y fusilamientos de civiles.

Así pues observamos que grupos violentos nada democráticos son presentados como parte de la alternativa al régimen represivo de al-Asad, internándolos en el mismo paquete que la parcialmente democrática Free Syrian Army, en un inicio la principal alternativa al dictador.

Y es que de una inicial revolución en busca de mayor democracia se ha pasado, en cuatro años de guerra, a una lucha entre fuerzas gubernamentales, kurdas, moderadas antigubernamentales e islamistas. Y son por desgracia, dentro de los rebeldes, las fuerzas islamistas las que llevan la delantera en cuanto a cantidad de combatientes sobre el terreno.

Grupos yihadistas en Siria
Cantidad de combatientes yihadistas en Siria, todos ellos con una ideología cercana.

La inmensa complejidad de alianzas que existen, incluso entre grupos que buscan un fin diferente pero trabajan de manera conjunta, complica aún más la comprensión de que ocurre en la guerra de Siria.

Por ejemplo, tras la entrada de Rusia en el teatro sirio hemos visto al régimen sirio revivir y conseguir, tras dos años de pérdida de territorio, reconquistar zonas estratégicas e influir importantes derrotas a las fuerzas rebeldes y al Estado Islámico. Los últimos dos meses han cortado las comunicaciones del frente norte de Aleppo con Turquía, colaborando además y por primera vez con las fuerzas kurdas del cantón de Afrín.

La estrategia rusa ha sido evidente, en un intento de aceptación internacional se ha obligado a las fuerzas rebeldes a posicionarse en dos ramas bien distintas: moderados y por tanto democráticos, o islamistas.

Esta diferenciación ha permitido generar una tregua entre las diferentes facciones. Si bien no es una tregua completa ya que incluye como excepción a los grupos de carácter islamista. Por tanto deja libertad a Rusia para bombardear a todo elemento que no se considere moderado. Y para desgracia de las fuerzas rebeldes, son ya pocos los grupos que aún tienen esa denominación debido a las constantes alianzas que se han visto en el terreno entre grupos supuestamente democráticos y otros abiertamente islamistas.

Grupos rebeldes
Un ejemplo de las uniones estratégicas de grupos rebeldes moderados y yihadistas, se distinguen fácilmente los pertenecientes a la Free Syrian Army más democrática y los que tienen carácter yihadista.

Esta tregua fue lanzada a los medios como una victoria de la diplomacia a la guerra. Pero en realidad ha sido violada desde el primer día tanto por el régimen sirio como por parte de diferentes grupos rebeldes moderados e islamistas. Grupos que siguen combatiendo juntos cuando les interesa o se enfrentan entre ellos cuando el frente común se encuentra estancado.

Así pues nos encontramos en definitiva con un problema. No hay posibilidades de que los rebeldes que en su día iniciaron las protestas, que tomaron las armas en contra de un régimen asesino, consigan en el futuro algún tipo de victoria. No hay posibilidad plausible de una siria democrática ya que cualquier éxito de los ahora “moderados” viene acompañado de una colaboración con fuerzas islamistas, que son en realidad la verdadera potencia bélica Anti-Assad. En el siguiente cuadro se observa que el porcentaje combatientes de carácter salafista e islamista superan en amplia mayoría al resto de ideologías que comprenden las milicias rebeldes. El resto se reparte en “moderados”, kurdos y grupos de protección de las minorías que pueblan Siria.

Grupos rebeldes en grupos
Grupos rebeldes por ideologia

Compendio de fuerzas rebeldes de Siria, según ideología política o religiosa.

Estos grupos islamistas vienen conformando una alianza conocida como Anshar al-Sharia, como su propio nombre indica su único fin es implantar la Sharia y su interpretación salafista en Siria. Dentro de esta denominación entra la escisión del daesh que se conoce como Frente al-Nusra, el Frente Islámico o las anteriormente mencionadas Brigadas Turcomanas de Siria financiadas y armadas directamente por Turquía y cuyo fin es controlar la frontera de Siria con Turquía y que separa los cantones kurdos de Afrín y Kobane. Son por tanto muy cercanos ideológicamente a ISIS aunque luchen ocasionalmente contra ellos.

Contrasta mucho que estos grupos sean financiados por países que a su vez son aliados de EEUU que se dedica a bombardearlos. Concretamente el caso de Turquía, que no solo financia y arma a brigadas autodenominadas islámicas sino que es capaz de bombardear con artillería posiciones Kurdas desde el lado turco de la frontera para defender a estas brigadas. El papel en esta guerra de Turquía, socio estratégico de EEUU y perteneciente a la OTAN, es simplemente bochornoso.

Tampoco se salva Arabia Saudí en este desaguisado, no solo financia y arma de manera generalizada a los rebeldes, es que encima ha tenido la desfachatez de montar una cumbre de “paz” sobre Siria y sin contar con las fuerzas democráticas que luchan allí, vamos un teatro lleno de representantes islamistas que de conversaciones de paz tenían más bien poco.

Y es que el apoyo Saudí a los grupos salafistas es, en ocasiones, muy poco discreto. El problema no es solo el gobierno, que ya sabemos que es muy dado a financiar tanto mezquitas y sus correspondientes imanes de corte wahabita como grupos insurgentes a lo largo y ancho del globo. El problema es que su propia población ve con bastantes buenos ojos la deriva extremista que se está dando en Siria, en especial la del ideológicamente cercano Estado Islámico:

Twitter supporters ISIS
El seguimiento de las redes sociales es útil para conocer los apoyos de los ciudadanos de a pie.

Por tanto, el futuro en este caso es bastante incierto. La tregua ha dado oportunidad no para buscar la paz, sino para que la gran mayoría de los grupos rebeldes se rearmen a través de la frontera con Turquía sin miedo a que sus columnas de suministros fuesen bombardeadas por la fuerza aérea rusa. Esto se ha traducido en una nueva escalada de violencia, en especial en las regiones de Aleppo y Idlib, cercanas a la frontera.

Así pues, tenemos media Siria controlada por el Estado Islámico, un cuarto (el más poblado) por el régimen sirio y los rebeldes (entre los cuales entran los mencionados grupos islamistas) y otro cuarto por los Kurdos y ciertos grupos rebeldes realmente moderados que se les han adherido, formando lo que se conoce como SDF (Fuerzas Democráticas Sirias).

Es en este último grupo en el que residen las esperanzas de la comunidad internacional para redirigir un conflicto que ha cumplido recientemente su quinto aniversario, que no da sensación de que tenga solución a corto o medio plazo y que se ha convertido en el mayor desastre humanitario desde la segunda guerra mundial, desplazando a más de 12 millones de personas y generando más de 300.000 muertos. Y es que la revolución Siria, tan admirada y publicitada por los medios occidentales, ha resultado ser una catástrofe de magnitudes grotescas; y sus principales instigadores se han visto sustituidos por una deriva islamista que ni soluciona las demandas por las que se inicio la “revolución”, ni ha demostrado ser más humana, ni da garantías de poder formar un gobierno unido y mucho menos democrático para una hipotética nueva Siria.

En realidad el devenir del conflicto propicia más un estancamiento debido al desgaste de los años y una fragmentación de una de las naciones más antiguas de la historia. La creación de varios estados es más que probable: uno chií en la costa con los restos del régimen actual, un califato sunni en el centro y el este del país y uno kurdo en la zona norte.

Veremos en el caso de los Kurdos si su oportunidad de formar un Estado llega a buen cauce, si es que el régimen sirio, los rebeldes islamistas y sobre todo Turquía se lo permiten. De momento desde La Cloaca nos limitaremos a que sean los próximos protagonistas de nuestro artículo sobre Siria porque como ya hemos visto la alternativa rebelde no es válida y la población civil no se merece, tras tantos años de sufrimiento, la continuidad del régimen o el establecimiento definitivo del Estado Islámico.


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