Revista Libros

El camino de baldosas amarillas

Publicado el 03 diciembre 2012 por Baoyim


Autor: Juan de Dios Garduño
El Camino de baldosas amarillas
SINOPSIS

Las cosas no son fáciles tras la Guerra Civil. Una fría noche de diciembre, el pequeño Torcuato es obligado a abandonar todo aquello que ama cuando, debido a un desafortunado incidente, es ingresado en un manicomio de Valladolid. El único lazo que conservará con su pasado será un viejo libro prestado, El maravilloso mago de Oz. En los siniestros pasillos del psiquiátrico, Torcuato tendrá que hacer frente a sus propios miedos mientras intenta convivir con los extravagantes habitantes que ahora comparten su vida. Pero lo que no sabe nadie es que en lo más profundo del centro, el mal ha cobrado forma y aguarda a una nueva víctima.

 El Camino de Baldosas Amarillas es una emotiva novela del escritor Juan de Dios Garduño, situada en la posguerra española que habla de la crueldad humana y el egoísmo, pero también de la amistad, el amor, el sacrificio y el instinto de supervivencia. Un retrato de la naturaleza humana al completo envuelto por un espeluznante relato de auténtico horror con ecos victorianos. "El Camino de Baldosas Amarillas" es la nueva novela de Juande Garduño tras su éxito de ventas y crítica "Y pese a todo", ganadora del Premio Nocte a la Mejor Novela Nacional de 2010. La portada es obra de Daniel Expósito Zafra.


OPINIÓN de Carolina Márquez Rojas
    Tenía muchas ganas de leer esta novela porque si bien nunca me ha gustado el género zombi, Juande Garduño consiguió atraparme con “Y pese a todo…”, ya que se alejaba de los relatos de vísceras que no consigo entender ni me gustan. En aquella ocasión me sorprendió con una historia de supervivencia que inquietaba y se aproximaba a las grandes historias de Stephen King o Dean R. Koontz, los maestros del género internacionales (de los de aquí no puedo opinar pues no he leído nada sobre ellos, espero enmendar pronto ese error). Tiempo más tarde también me impactaron sus “Apuntes Macabros”, me hicieron disfrutar e incluso reír además de pasar miedo, sobre todo con un relato (mi favorito), para amantes de Arthur Conan Doyle, muy sherlockiano, y supe que me enfrentaba a un escritor muy grande dentro del género de terror. No me sentí defraudada entonces y no me ha defraudado ahora tampoco, al contrario: me ha sorprendido aún más y me ha dejado con la boca abierta y rendida de admiración.
    El camino de baldosas amarillas no tiene nada que ver con lo que Garduño ha escrito anteriormente, y aun así me ha sorprendido de igual modo. Esta es también una historia de supervivencia, pero no hay zombis, que lo sepáis, por si alguien está confundido y pretende encontrarlos. Lo que yo sí he encontrado y disfrutado, es un relato duro, cruel y realista hasta morir de pena y esperanza. Los tiempos de la posguerra civil nunca fueron fáciles y sin embargo nunca he leído cosas tan hermosas y escalofriantes como las que Garduño cuenta a golpe de palabras sencillas, claras y directas sobre esa época tan oscura. He apreciado una evolución enorme en la forma de escribir, un avance en su estilo que me llena de contento y que me dan ganas de pedirle mucho más.
    Es una historia preciosa, llena de frases que se te clavan en el corazón, y cuando estás herido y crees haberte recuperado, vuelven para clavarse una vez más. Hacía mucho tiempo que no sentía tanta ternura hacia un personaje como la que he sentido por Torcuato. El sentimiento de culpa que impregna su vida y su paso por el manicomio de San Juan de Dios es el motor de la narración, así como el amor que es capaz de sentir pese al horror que le obligan a vivir las circunstancias de un odio sin sentido en el marco de una España terrible y siniestra. El terror golpea y te sacude sin dar tregua ni un minuto durante la lectura.
    Garduño ha vuelto a conseguir que me emocione, vibre y no pueda dejar de leer una historia llena de dolor y esperanza. Me gusta cómo relata, a través de un estilo sin artificios, sin palabras grandilocuentes y de una forma extremadamente sencilla pero efectiva, las vidas de unos personajes llenos de bondad, inolvidables hasta el punto de no querer dejarlos escapar jamás. Eso significa que El camino de baldosas amarillas será una de las novelas que permanecerán en mi recuerdo para siempre, y esto no es fácil que suceda si uno no se enamora de esos personajes y su autor no ha sabido perfilarlos y trabajarlos como es debido.
    Una de las cosas que también me ha sorprendido, es ver cómo Juande Garduño quiere a sus amigos. Hay muchos guiños a ellos a través de los personajes, algo que a muy pocos autores se les ocurre hacer. Reconozco a varios de ellos entre líneas, e incluso me ha conmovido ver escrito mi apellido por ahí refiriéndose al gran García Márquez.
    Y por último, y no por ello menos importante, esta novela no sería la misma sin la excepcional portada de Daniel Expósito. Este artista es una maravilla y aporta mucho misterio a una historia que hace que se venda sola por su atractivo visual. El equipo que forma junto a Garduño es de los mejores que existen en el panorama nacional.
    Muchas emociones, una historia hermosa y entrañable y muchas referencias literarias a lo largo de la narración: El mago de Oz es la clave y el hilo conductor de ella, a lo largo de un camino de baldosas amarillas que conduce a creer que a pesar de la sinrazón del ser humano, aún queda un hueco para la bondad, el amor y la esperanza...
CAROLINA MÁRQUEZ ROJAS
 
  
Mi agradecimiento a Juande Garduño, por su confianza.


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