EL CAMPO DE DIFUNTOS DE TORRELAGUNA y GUADALAJARA (Nobles y Republicanos)

Para norteños como el que suscribe hay lugares que no están en ningún sitio y por tanto se quedan al margen de todos nuestros vaivenes, y eso me ha pasado con Teruel, y con Guadalajara. Si uno no tiene la necesidad de ir de forma expresa, seguramente que nunca recorrerá sus calles.
Tras dejarme caer por la ruta de Senderismo de la Senda del Genaro que se celebró de Sábado,  el Domingo lo dediqué a recorrer de forma tranquila la villa de Torrelaguna, sus calle, su gastronomía, su cementerio, y finalmente tome rumbo hacia Guadalajara, para ver la ciudad, que me dejó indiferente, pero si que me gustó su cementerio, a el va dedicado este pots otoñal.
Primero pues eso primero una vuelta entre El Berrueco y Patones andando por la famosa Senda del Genaro
   Momentos de la Ruta 
Luego, un paseo largo y rotundo con gastronomía incluida por la villa natal del Cardenal Cisneros, la villa real de Torrelaguna.
Ayuntamiento de Torrelaguna     Un amigo me sugirió buscar una “cuerda en la puerta de una iglesia, que supongo que será esta , y tras la comida a base de paletilla de cordero nos fuimos un paseo por el Cementerio de Torrelaguna, anda en especial pese a estar en una villa hidalga 
Vista general del Cementerio de Torrelaguna Tumbas de la marquesa de PeramanY la famosa cuerda en la Iglesia mayor de Torrelaguna  de la Madaglena
Luego ya en Guadalajara, visité el Campo funerario, un cementerio del siglo XIX  situado al Oeste dela ciudad que tuvo renovaciones importantes como la del arbolado en 1878, y  las salas de deposito y autopsias, y entre esas remodelaciones se encuentra  la capilla como elemento fundamental dentro del ritual cristiano católico, y que está en este caso situada junto acceso principal.
Lo que llama la atención, más antes que ahora es la presencia y ostentación de la nobleza hidalga castellana  que cuenta con parecidos acomodos en cuanto a sencillas tumbas, como vimos en Torrelaguna, pero también monumentalidades como la de Marqueses de Villamayor, padres del Conde Romanones.
LLama la atención  en el cementerio de Guadalajara varias cosas algunos ejemplos de bellos trabajos de labra  en panteones, dos ejemplos:
El de Josefa Corrido de Gaona, uno de los más bellos y ostentosos del predio, y que viene recogido no solo en la ponencia que se hizo   sino que lo recoge también López Villalba  en su  trabajo  “Arquitectura funeraria de finales de siglo XIX en Guadalajara”.
Se construyó en 1894 sobre un solar de 12 mts2 con 10 nichos para adultos enclavados en el subsuelo como a tres metros de profundidad
Plano del proyecto Luego está la monumentalidad de los ya comentados Marqueses de Villamejor Este proyecto fue presentado en 1896 y fue firmado por el arquitecto Manuel Medrano Huetos (uino de los representantes del Modernismo madrileño)
En ese mismo orden monumentalidad, pero de un feismo importante es el Panteón de su hijo el Conde Romamones, que tienen  debajo de este texto 

En el cementerio había otras cosas que me han interesado, y al que no se le ha dado ninguna importancia en los trabajos que he visto sobre temas funerarios en Guadalajara, varias muestras:
 
Entre esas muestras  una significativa, la  tumba de Antonio  Hompanera…sobre la que volveremos otro día …
Esta tumba de Carmen Bueno Paz de Layna  muerta en un accidente de trafico en 1933, que coincidió con con la publicación del doctor  Layna Serrano  de su Historia de los Castillos de la provincia de Alicante. Y luego en otra esquina  del cementerio una sorpresa el Campo de la LIbertad
Y como no podían faltar los enterramientos de mis queridos Hermanos “cales”
Victor Guerra, Si necesitas tomar algún dato o foto, con que cites la procedencia basta