El cementerio de Praga

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Antes de nada, me gustaría decir que que nos enfrentamos a un libro difícil de leer y difícil de reseñar. Umberto Eco es un genio, pero sus novelas no siempre son fáciles. Autor erudito, con amplio conocimiento en filosofía y literatura, engendra novelas complicadas, pero que dejan una huella imborrable. "El nombre de la rosa", novela con la descubrí a Eco, me marcó y sigue en mi recuerdo como una de las mejores lecturas de mi vida. 
"El cementerio de Parga" nos presenta a Simonini, único personaje inventado. Nos trasladamos a finales del siglo XIX, donde una serie de acontecimientos y personajes marcan la esfera social, política, literaria y filosófica del momento. 
Nuestro protagonista no es buena persona, ni siquiera tiene un trabajo digno: se dedica a falsificar obras de los grandes y hacerlas pasar por auténticas. Para llevarlo a cabo le molesta mucha gente, y no duda en acabar con su vida si fuera preciso.  
Por otro lado, el autor nos presenta a un sinfín de personajes históricos que, según él mismo, dijeron e hicieron lo que dicen y hacen en la novela. Entre ellos aparecen Victor Hugo, Alejandro Dumas, Napoleón..., y un largo etcétera.
Nos enfrentamos a una novela compleja, que puede hacer perder el hilo con facilidad, pero que atrapa por cómo está escrita y por sus relato de hechos históricos. 
Simonini es anitsemita hasta la médula y, desde la página 1 hasta el final, los judíos son tratados con envidia y maldad. Incluso, se atreve a incluir a Jesucristo en sus divagaciones.
¿Nos sumergimos en el mundo de Simonini?