Revista Coaching

El Clima Organizacional: su influencia en el desempeño de la organización y el rol de sus líderes.

Por Dlodestro @dlodestro

A todos nos gustaría trabajar en una organización con un ambiente físico agradable, donde las relaciones entre las personas se basen en la confianza, los líderes sean facilitadores, donde el trato cordial sea moneda corriente, la compensación adecuada y donde existan  altas posibilidades de desarrollo que colmen nuestras expectativas.  Todas estas variables, y otras más, son las que perciben los individuos de una organización, que impactan en su comportamiento y que conforman lo que conocemos como Clima Organizacional.

El concepto de Clima Organizacional ha derivado del concepto de clima atmosférico, dada la capacidad de variar que ambos poseen por igual. Así como el clima atmosférico se ve afectado por factores tales como la altitud y latitud, las grandes masas de agua, la vegetación y los vientos; el clima organizacional varía de acuerdo a las percepciones que los individuos tienen del ambiente físico donde trabajan, de la estructura de la organización (el tamaño, los estilos de liderazgo, la departamentalización), de las relaciones sociales (de pares, superiores y clientes, los conflictos entre personas, departamentos y/o unidades de negocios,  etc.),  de las oportunidades de carrera y desarrollo, de la compensación que perciben por su trabajo y de la calidad de vida laboral que caracteriza a la organización.

Puede haber variaciones estacionarias, es decir, momentos en los que las organizaciones pasan por períodos buenos y otros más difíciles; o repentinas, causadas por diversas razones, como ser despidos, aumentos de sueldo, ascensos, cambio de jefaturas, etc. A pesar de ello, el clima organizacional, al igual que el clima atmosférico, posee cierto grado de estabilidad.

Sin embargo, cuando se considere necesario trabajar en la modificación del Clima Organizacional, es decir, en la modificación de la percepción de sus miembros respecto de más de una de las variables anteriormente descriptas, se debe pensar en un proceso gradual  y continuo para que, de esta manera, sea sustentable en el tiempo. Se podrá decir que se ha producido un cambio en el clima organizacional, cuando se haya modificado aquella percepción compartida por todos los miembros.

Una organización con un “buen” clima, se traducirá en un mayor grado de compromiso de sus miembros para con los objetivos organizacionales, un alto grado de identificación con los mismos, menor índice de ausentismo y rotación, mayor productividad, y mejor calidad de productos y servicios.  Y por más invisible que pueda parecer su influencia, hoy todos los expertos de management concuerdan en que tarde o temprano, un mal clima laboral puede provocar la caida de la imagen de la marca.

Es por estos motivos que es importante y, hasta vital, el papel de los líderes de la organización, para crear y mantener un ambiente laboral favorable.

 


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