Revista Opinión

El colaborador

Publicado el 17 mayo 2017 por James Nightingale @atracoalpueblo
EL COLABORADOR
EL COLABORADOR
Te cuento que días atrás, en la que me encontraba haciendo una cola para ingresar al Banco de Venezuela, en procura de mi triste sueldo de maestro, no pude evitar el escuchar y, luego participar, en una conversación que estaba siendo sostenida entre varios de los presentes, los cuales estaban agrupados alrededor de alguien, con quien intercambiaban comentarios. Te confieso que son interesantes estas reuniones que se han ido convirtiendo en tertulias, cada día de la Santa Quincena nuestra. Congregación matutina que se produce a la puerta de la entidad financiera para pasar el tiempo, mientras llega el horario de oficina bancaria. El anfitrión o llamésmole líder del grupo, manifestaba no tener ni idea de lo que sucedería después, de terminada esta pesadilla recurrente, del gobierno de Maduro, ya que no era pitoniso; pero, según lo leído por él en textos de Historia Universal, intuía algo; por eso, tenía la certeza de que los que están mandando en Miraflores y en los Cuarteles, sabían de Historia y, mucho de la Alemania Nazi. Agregaba, que nos sorprenderíamos por la serenidad, por la frialdad y por la saña con que siguen actuando estos torturadores y criminales chavistas sobre la población Opositora, los cuales somos la inmensa mayoría de los venezolanos.Pues, adicionaba, que es de tal el tamaño del cinismo y la seguridad con que siguen impunemente actuando, que al parecer “saben” de antemano, que ellos no serán nunca jamás, por autoridad alguna, juzgados ni castigados, por sus crimines. Y que los oligarcas del Régimen se basan, según el anfitrión, en las enseñanzas de los Tribunales de Nuremberg, después de la derrota Alemana, por allá en la Segunda Guerra Mundial, en que no castigaron prácticamente a nadie: ni soldados, ni sargentos “ni a nadie de allí pá riba”. Muriendo estos asesinos en sus cómodas camas, de viejo, en paz y al lado de su familia.
Afirmando que aquellos, el alto gobierno de Miraflores, están confiados de que tendrán un final tan similar a los otros perdonados torturadores y criminales de guerra alemanes. Nazis de ayer, que son los padres y abuelos de la Alemania de hoy. Raza Aria y Asesina, porque lo llevan en su ADN. A lo que el resto del grupo, casi al unísono coreaban - “Así piensan los criminales chavistas, tanto Oficialistas como Cooperadores”-. Mientras que él remataba, que todos los Gobernantes, “Cooperantes” y Dirigentes rojorojitos, militares y civiles, a diferentes niveles de gobierno, fuesen nacional, regional o municipal, incursos en delitos y crímenes serían perdonados cuando “los pacificadores”, en las negociaciones de “Paz” enarbolen la palabra “Reconciliación”.Por lo tanto, según él, a Maduro y secuaces, no les importan mantenerse en Miraflores a sangre y vidas de inocentes, porque a la final esas atrocidades no contarán en sus expedientes, ni para ellos mismos ni para los negociadores. Por lo que serán absueltos de toda culpa. No habrá un castigo ejemplar para que no se repita la Historia. El venezolano tiene mente corta, agregaba. Pero, por otro lado, exclamaba que el odio que muchos como él sentían hacia el chavismo y los chavistas, es tan profundo que sólo piensan en venganza y que motivado a ésto, también se convertiría, en unión de otros seguidores, en Colaborador de la Inquisición para limpiar a Venezuela de estos seres del averno, al no creer en la justicia, ya que los Tribunales por más que griten a los cuatro vientos que son portadores de la sindérisis, seguirán siendo Chavistas y fallarán a favor de esa gente....
EL COLABORADOREntonces, pregunto yo, -¿Será que me anoto como “Colaborador de la fulana Inquisición?-. No lo creo, pero tiene que existir algo para que paguen por sus crimines aquí en la tierra. Y no es con la Justicia Divina.
Apunto de la hora bancaria, el Colaborador continuaba diciendo que les reconforta el solo pensamiento de que mañana, cuando esta agonía pase, tocarán a las puertas de las casas, de los hoy verdugos, para tomar la justicia en sus propias manos hasta que el último de estos criminales muera... -¡Palabras gruesas que no comparto!, le respondí-. Al tanto que decía, -mirándome-, que habían otros, pensando en concordia y amistad con estos asesinos. El vigilante bancario abrió las puertas del Banco y pidiendo que por favor, pasaran los primeros diez clientes, al tiempo que culminaba el Colaborador su intervención y la tertulia, adornado con que: “Hoy lloramos lágrimas de sangre, mañana serán ellos....., es nuestro consuelo”.JESÚS FRANCISCO GÓMEZ @chuitoelderosa
[email protected]
TwittearEnviar este artículo a tus seguidores


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas